*No a políticas sociales asistencialistas
Son tiempos de redoblar esfuerzos para recuperar la soberanía nacional y la independencia económica del país y honrar en fechas como estas a los héroes que nos dieron patria e ir más allá de los discursos que simulan honrar la grandeza de quienes dieron su vida en diversos pasajes de nuestra historia.
Solo así podremos legarlos esta república cuya integridad está en riesgo con las reformas aprobadas por el gobierno.
Son momentos de la historia de México, críticos que deben valorarse como tal para seguir conformando en todos los rincones de la nación, los comités ciudadanos de defensa de nuestro país para que a través de ellos, todos emprendamos las acciones para revirar las reformas que dejarán sin tierras a miles de mexicanos y convertirán la fertilidad de las mismas, manglares y bosques en zonas contaminadas por las trasnacionales que explotarán nuestros recursos.
Un ejemplo de ello son las empresas mineras que están en México y a quienes solo les importa el saqueo de nuestros recursos y no el bienestar de la población, como se está viendo en Sonora, donde aún con lo anunciado por el gobierno, lo cierto es que estos días patrios, miles de sonorense siguen viviendo la falta de agua potable y su economía regional quebrada por la negligencia de las autoridades correspondientes que nunca verificaron la existencia de los mecanismos para evitar la contaminación ni las acciones para castigarlos, aunque ahora mediáticamente quieran resarcir el daño que es irreversible.
Ahora, con la ronda cero, donde el gobierno no se queda con las mejores zonas para asegurar la explotación de nuestros recursos energéticos a favor del país, sino que los deja al mejor postor del capital internacional, se está apostando a que miles de casos como el de Sonora, se vivan a lo largo de las zonas factibles de contar con hidrocarburos o de convertirse en generadoras de energía, donde los propietarios de las tierras además del despojo, verán sus vergeles convertidos en tierra inhabitable para todo tipo de vida y los condenen a vivir en ellas como peones.