*El PRI debe apoyar a los michoacanos

Michoacán es ya un estado fallido. Urge declararlo así y proceder con la intervención de los poderes federales para mejorar sustantivamente la grave situación de seguridad por la que atraviesa la población. El PRI debe reconocerlo y actuar sin distingo de partidos políticos.

Tras un año del nuevo gobierno federal, no hay claridad sobre la estrategia de seguridad, pues lo único que se dijo fue que se daría continuidad a la anterior, la cual demostró su ineficacia al no resolver o aliviar el problema.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong dice que hay avances en algunos estados, lo que no nos queda claro es a qué se refiere con avances, ¿avances en la percepción?, ¿en la reducción de la criminalidad del fuero federal?, ¿avances en la disminución de la incidencia de delitos del fuero común? 

Los diputados deben hacer un análisis y diagnóstico contundente sobre cómo se debe proceder en Michoacán y así determinar la intervención de las autoridades federales en ese estado de la república, además de complementar dichas acciones con el llamado a nuevas elecciones.

Como chihuahuense y como mexicana me preocupa realmente el hecho de que tengamos en estado de indefensión a los ciudadanos, con un gobernador que enfrenta no sólo problemas de salud sino problemas de percepción sobre lo que debe ser el rol de un hombre de estado.

La actitud del gobierno federal solo se ha limitado a ayudar por "encimita" sin asumir responsabilidades plenas, dejando a la ciudadanía en medio de la ineficacia y la incapacidad de las autoridades.

La intervención de los poderes federales es urgente pues las autoridades locales están incapacitadas para disminuir o terminar con la inseguridad, sobre todo, la que tiene que ver con crimen organizado y donde incluso se tienen problemas técnicos y presupuestales.

El PRI debe atender la situación de la población michoacana, pues vivir en un estado de sitio no declarado donde los criminales literalmente gobiernan, no puede tolerarse más tiempo. No se trata de un asunto de partidos políticos o si del gobernador aún puede o no, se trata de lo que la gente está padeciendo.