*La consulta popular no engaña a nadie

La iniciativa para la consulta popular no engaña a nadie. Esta iniciativa empodera a los ciudadanos y es un paso obligado que consolida a la democracia nacional.

Nuestra Carta Magna prevé desde 2012, desde agosto, que la consulta popular es una figura muy importante en la participación de la ciudadanía mexicana, y nos había dejado a nosotros, los legisladores, la expedición de esta ley para que pudiera ser posible su aplicación.

Por ello tenemos que cumplir con nuestro mandato, otorgar a los ciudadanos mexicanos una valiosa herramienta para incidir directamente en los asuntos de la vida pública nacional.

A través de la Ley Federal de Consulta Popular se expande la esfera de decisión del ciudadano, enriqueciendo la figura del voto libre, secreto y universal hacia la decisión de los grandes temas nacionales.

Su aspiración republicana por excelencia será a través de la participación ciudadana. En esta participación la república se vuelve democrática y la ley se vuelve legítima. En esa participación se construyen los espacios en común que unen sin confundir y distinguen si separar.

Se abre la puerta a los ciudadanos a participar en la toma de decisiones en los temas de trascendencia nacional. Estoy segura que esta figura será bien aprovechada por los facultados para solicitarla y que tanto la población en general como los órganos de gobierno nos beneficiaremos de su implementación.

La importancia del mecanismo que hoy aprobaremos tiene una implicación en el presente inmediato, a fin de resolver la imperatividad de las necesidades actuales, pero también es un mensaje para las nuevas generaciones. Es verdadera política de Estado y verdadero rumbo en la historia de nuestro país.