*Mal diagnóstico de pediatras en México
La pronta introducción al campo laboral de las madres trabajadoras después del parto, provoca que suplan la leche materna por fórmulas artificiales, líquidos concentrados o alimentos ya preparados, lo que ocasiona alergias o intolerancia a la lactosa en menores de un año.
La ingesta de productos procesados fuera de tiempo no les permite a los menores un desarrollo adecuado del sistema inmunológico, ya que todavía no se encuentra el aparato digestivo listo para producir las suficiente cantidad de enzimas, que se encargan de desdoblar todos los nutrimentos alimenticios.
Algunos síntomas que presentan los menores son: prurito y erupciones en la piel, cuadros diarreicos y vómito.
Los pediatras son quienes recomiendan la pronta introducción y experimentación de fórmulas lácteas, sin saber que el consumo de estos provoca intolerancia a la lactosa o diversas alergias a los alimentos naturales.
La mercadotecnia y la publicidad resaltan las propiedades de los alimentos que son producidos en laboratorios, pero pocas veces contienen los mismos nutrimentos que la comida elaborada naturalmente.
Este fenómeno es a causa de la desinformación de las madres respecto de la importancia de alimentar a su bebé con leche materna durante los primeros meses de vida.
De ahí la necesidad de emprender campañas de difusión para que las mujeres conozcan los beneficios de amamantar a sus hijos y así evitar fórmulas químicas, ya que la leche materna está diseñada con la grasa, azúcares y nutrientes necesarios para los bebés, a fin de tener un adecuado desarrollo físico.
Asimismo, regular y especificar en cada producto la forma de elaboración y las sustancias que se utilizan, ya que en ocasiones tienen ingredientes no adecuados y sin los nutrientes requeridos para el desarrollo físico.