*Cambio de fondo en perspectiva de género
La reforma a la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres para unificar el nombre del plan conocido como “Proigualdad” para quedar como “Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres”, no solo significa sustituir un término por otro, sino que representa un cambio de fondo.
No solo tiene que ver con la homologación del lenguaje, sino también con la certeza y seguridad jurídica de un marco legal que en su conjunto constituye el mayor referente legislativo en materia de institucionalización de la perspectiva de género.
Tanto la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, como la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, hacen referencia al mismo programa, pero con denominación distinta, pues la primera lo nombra Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación Contra las Mujeres, y la segunda lo nombra Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres.
Esta falta de armonización y homologación en los términos y el lenguaje normativo puede generar confusión y con ello lesionar la garantía de certeza y de seguridad jurídica.
Al modificar el nombre de Proigualdad en la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, se dará certeza jurídica de que ambas leyes contemplan normas vinculadas con el mismo programa, con lo que el nombre que deberá prevalecer es el establecido en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres.