*Se ensombrece el halo de progreso en México

México ha emprendido un arduo proceso de relanzamiento de su política exterior del país. Se han fortalecido vínculos con potencias europeas como Francia y Reino Unido.

Lo mismo ocurre con otras naciones con las que compartimos un lazo cultural más poderoso, como España o Chile, con quienes se ha logrado estrechar relaciones en diversos ámbitos.

La presencia de México en el mundo ha sido contrastante. Por un lado, la aprobación de las reformas estructurales llevó a algunos medios a celebrar el “Momento mexicano”. Prueba de ello, son las 81 visitas de Jefes de Estado y de Gobierno que se han celebrado en el país.

Sin embargo, los hechos de Ayotzinapa ensombrecieron ese halo de progreso y vanguardia. Esto nos lleva a recordar la importancia de los derechos humanos en la agenda global.

En cuanto a nuestra relación con los Estados Unidos de América, esta es sin lugar a duda la más importante de nuestro país.

Su trascendencia va más allá de acuerdos económicos, y tratados internacionales. De la interacción de ambas naciones depende la vida de millones de familias de los dos lados de la frontera.

En este sentido, la sucesión presidencial en el vecino del norte es de suma importancia para México. Razón por la cual es imperativo estar involucrados para prever los posibles escenarios políticos derivados de dicho proceso. Por ello, celebramos la designación del nuevo embajador mexicano en los Estados Unidos de América, Miguel Basáñez.

No ocultamos nuestra preocupación que en este proceso interno de nuestro vecino, se hayan incrementado las posturas xenófobas y anti inmigrantes. Posturas que han sido manifestadas de forma pública por algunos de los contendientes a la Presidencia de los Estados Unidos.