*Ley para la atención y protección a personas con la condición de autista
En México aumenta el número de personas con autismo de forma alarmante, pero principalmente en la población infantil.
A decir de las dependencias encargadas, el número de personas con este padecimiento no se conocen a ciencia cierta; sin embargo, la estadística demuestra que 1 entre cada 88 y 100 nacimientos tienen un trastorno del espectro autista y que la prevalencia representará un incremento aproximado anual del 20%, lo cual rebasa todos los esfuerzos institucionales que el Estado mexicano ha estado realizando hasta este momento.
Las deficiencias en todas las áreas son indiscutibles, pero particularmente en aquellas especializadas que debieron encargarse de la atención de este padecimiento que presenta una sintomatología diversa en dos tipos de indicadores, los precoces y los tardíos.
Por lo que se refiere a los precoces les mencionaré algunos de estos aspectos o características, no responde a su nombre, no pronuncia palabra hasta los 16 meses o frases de dos o más palabras hasta aproximadamente los dos años de edad, no establece un contacto visual correcto, no sonríe ni muestra receptividad social alguna.
En el caso de los tardíos se presentan con las siguientes características, no tienen interés en socializar y hacer amigos, no son capaces de iniciar o mantener una conversación, es poco imaginativo a la hora de jugar, utiliza un lenguaje repetitivo, tienen rutinas específicas y cualquier intento por modificarlas le genera en él una gran angustia, muestra un apego excesivo a determinados objetos.
Los síntomas de autismo provocan un sufrimiento constante a las personas que toleran este tipo de trastorno, sin embargo, estudios especializados reportan que dándole seguimiento a través de desarrollos terapéuticos específicos es posible resolver las condiciones en los primeros problemas de comunicación como lenguaje, desarrollo social y otros aspectos que se encuentran vinculados en los infantes con este trastorno de la salud mental.