*Apenas empieza batalla contra a la corrupción
La corrupción ha escalado niveles alarmantes en nuestro país y por ello me pronuncio por reducir los espacios de discrecionalidad de la administración pública.
Es necesario transparentar la gestión que desarrollan los servidores públicos y mejorar los sistemas de rendición de cuentas como una premisa inquebrantable.
El verdadero combate a la corrupción apenas empieza. Bajo esta lógica, me manifiesta en favor de fomentar la denuncia, agravar las penas y disuadir actos futuros de corrupción.
También considero obligatoria la protección de los denunciantes y de quienes aporten información relacionada con el posible incumplimiento de las obligaciones de los funcionarios.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la autoridad en el combate a la corrupción, es la falta de la denuncia que es la mejor fuente de información para la sanción de anomalías, por lo que es indispensable fomentar en la sociedad la cultura de la legalidad y, por ende, la cultura de la denuncia.
La protección a la denuncia anónima es un gran avance y es contrario a la aseveración de que regresamos a la época de la inquisición.