*No más spots de diálogo con ciudadanos
Si bien la reforma del 2007 mejoró las condiciones de competencia entre los partidos políticos, no abonó el tiempo dedicado al debate político y a la deliberación de ideas frente a las reglas del mercado que marcan los formatos de la política actual.
Considero necesario establecer cambios al modelo de comunicación política como desplazar al spot como vehículo para transmitir mensajes y fomentar los debates entre contendientes.
La política del spot, aún bajo el supuesto de que no cuesta dinero, no exime a los partidos políticos de la falta de contenido y valor informativo que le deben a la ciudadanía, una situación que abre la brecha entre partidos y sociedad.
Actualmente los candidatos se presentan como una mercancía, un producto de consumo que evade la atención pública de sus nexos políticos y/o empresariales, así como de las propuestas que respondan a las diferentes problemáticas que enfrentamos como sociedad.
La reforma del 2007 puso sobre la mesa la importancia de la comunicación en la democracia del país e impidió la contratación de propaganda electoral por parte de los partidos políticos y particulares y la asignó exclusivamente a los tiempos del Estado. Aunado a ello, se transitó del modelo de comunicación política mixto al gratuito, dotó al entonces Instituto Federal Electoral, hoy INE, de las facultades para administrar dichos tiempos para las elecciones federales y locales.