*Peligrosas rutas mexicanas para migrantes
La Frontera Norte es la de mayor extensión en todo el país al contar con una longitud de 3,326 kilómetros lineales. Sin duda alguna, las características geográficas de ésta la han convertido en una de las principales rutas de tránsito y destino hacia Estados Unidos para cientos de migrantes.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) en las últimas dos décadas, México ha sido el territorio más importante de paso para diversos flujos migratorios que utilizan nuestro país para entrar de manera irregular a Estados Unidos, pues del total de los alojados en las estaciones migratorias un porcentaje entre el 92 y 95 por ciento son nacionales colombianos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses.
Debido a su condición de indocumentados, los migrantes que viajan a través del territorio nacional, históricamente han sido víctimas de abusos tanto por grupos criminales como por las autoridades mexicanas, pero es muy cierto que la situación ha empeorado en años recientes, particularmente debido al aumento de la presencia y el poder de la delincuencia organizada en regiones que son atravesadas por las rutas migrantes.
A pesar del crudo panorama sobre la crisis humanitaria que enfrentan los migrantes en tránsito por nuestro país, el gobierno mexicano no ha actuado oportunamente para proteger a esta población vulnerable e investigar a los responsables de estos abusos, incluyendo a sus propios agentes migratorios y policiacos.
La indiferencia del gobierno mexicano para atender los múltiples abusos que sufren los migrantes que transitan por México, resulta parte de un doble discurso o moral, pues con todo ímpetu condena los hechos violatorios de los derechos humanos de los miles de connacionales que día con día buscan cruzar la frontera norte en busca de una “mejor vida”, pero se muestra insensible ante los abusos que las personas de distinta nacionalidad a la nuestra sufren en nuestro territorio.