México requiere la participación de jóvenes, mujeres y hombres en la vida política en condiciones de igualdad, derechos representados en la obra “Los caminos de la justicia hacia el siglo XXII” del escultor Enrique Carbajal, “Sebastian”, que desde 2011 se convirtió en la imagen del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), aseguró María del Carmen Alanis Figueroa, magistrada de la Sala Superior.

Durante la conversación con el artista plástico, en la primera emisión del programa El arTE de juzgar, que se transmite por Plataforma Electoral, el canal de televisión por Internet del TEPJF, la Magistrada dijo que en México la democracia es un espacio en el que todas y todos podemos participar, hablar libremente, proponer y elegir.

Destacó que la igualdad, la participación política y el ejercicio de derechos plenos están plasmados en la obra del escultor.

Recordó que en el marco de las actividades conmemorativas del Centenario de la Revolución y del Bicentenario de la Independencia de México, por parte de los tres órganos que integran del Poder Judicial de la Federación (PJF), el Tribunal decidió aportar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) un símbolo de la justicia moderna que, como uno de los principales elementos, representara la igualdad entre la mujer y el hombre, aspectos que reúne la obra de “Sebastian”.

Alanis Figueroa afirmó que al emitir diversas sentencias, el Tribunal Electoral ha restituido los derechos de las mujeres para que puedan participar en la toma de decisiones, tanto en zonas urbanas, como en comunidades indígenas. Además, los partidos políticos reconocen al organismo como una vía para resolver los problemas derivados de las elecciones.

Jueces y artistas requieren razonamiento y precisión para desempeñar sus funciones

Al realizar una comparación entre la función de un juez y la de un artista, la Magistrada del TEPJF y el escultor coincidieron en que tanto para juzgar como para realizar una figura geométrica se requiere precisión, equilibrio y razonamiento, tal como un matemático hace una ecuación perfecta, bien solucionada y elegantemente demostrada.

En ese sentido, comentaron que el molde es la demanda; la ley, los derechos que se tienen que aplicar, el modelaje, la argumentación jurídica con la que se estructura un proyecto de sentencia, que al ser aprobado por todos los Magistrados equivale a la conclusión estética de hacer una obra de arte fundamentada en una buena estructura y un buen razonamiento.