Los órganos jurisdiccionales tenemos la obligación de garantizar el pleno acceso a la justicia para las mujeres considerando las desventajas estructurales y compensándolas cuando corresponde, afirmó el Ministro Luis María Aguilar Morales, durante la inauguración del Encuentro Internacional sobre Mujeres en la Economía del Conocimiento y la Innovación.
En el Teatro José Peón Contreras, ubicado en el centro de esta ciudad, el Ministro Presidente señaló que se tiene claro que “no es tarea sólo del derecho generar condiciones de igualdad ya que hay cuestiones económicas, sociales y culturales que aún no se han podido modificar del todo y permanecen como frenos para la plena igualdad. Ahí está la tarea”.
Ante Claudia Ruiz Massieu, Secretaria de Relaciones Exteriores; Ana Güezmes, Representante de ONU Mujeres; Lorena Cruz, Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y de Rolando Zapata Bello, Gobernador de Yucatán; el Ministro Aguilar Morales destacó que el avance de la mujer ha sido constante, pero insuficiente en cuanto a los espacios que ocupa.
“Hay sin duda muchas mujeres en espacios del ámbito público antes reservados para los hombres, pero hay aún pendientes y desigualdades profesionales que es necesario atender”.
El Encuentro que se da en el marco de la conmemoración del Centenario del Primer Congreso Feminista que se llevó a cabo en este mismo Teatro, el Ministro Presidente expresó que alienta al optimismo ver que en esta reunión se tratarán tópicos clave para el siglo XXI, como son: innovación; piso parejo en la educación y el conocimiento, así como la exigencia de igualdad en el tema de salarios y utilidades.
En el caso del Poder Judicial de la Federación, resaltó, no hay diferencia de salarios y oportunidades, además de que existen políticas para favorecer el acceso de las mujeres a los cargos de juezas y magistradas y puso, como ejemplo, que se considera su situación particular al hacer su adscripción.
Externó su gusto de que se siga promoviendo el He for She, campaña a la que, como Presidente de la SCJN, se sumó el año pasado, pues la tarea de los organismos internacionales tiene un impacto innegable en las instituciones nacionales.
Refirió que para él tiene particular relevancia el estar 100 años después en el mismo espacio que ocupó su abuela Doña Amalia Gómez de Aguilar, quien al lado de ilustres yucatecas, como Consuelo Zavala, Isolina Pérez, Adolfina Valencia, Dominga Canto, Piedad Carrillo Gil, entre otras, prepararon con esmero y dedicación la reunión que hoy se conmemora.
Manifestó que en el Primer Congreso Feminista se abrió un debate profundo sobre novedosas cuestiones que se habían discutido ya en varias ciudades de Europa y Norteamérica. Con ello, dijo, Yucatán se colocó a la vanguardia nacional y mundial.
Expuso dos conclusiones que él rescata de aquel encuentro: “En todos los centros de cultura se hará conocer a la mujer la potencia y variedad de sus facultades y la aplicación de las mismas a las ocupaciones hasta ahora desempeñadas por el hombre”.
Y, “Puede la mujer desempeñar cualquier cargo público que no exija vigorosa constitución física, pues no habiendo diferencia alguna entre su estado intelectual y el del hombre es tan capaz como éste de ser elemento dirigente de la sociedad”.
Manifestó que los avances de 1916 no tuvieron el ritmo y la continuidad deseada, ya que México se estaba rehaciendo como nación después del movimiento revolucionario. “El Congreso Constituyente sería convocado meses después y aunque se plasmaron nuevos derechos, sobre todo en materia laboral, no llegó en el 17 la ciudadanía plena para las mujeres. Hubo que esperar treinta y siete años más a nivel nacional”.
Hizo hincapié en que la igualdad formal entre el varón y la mujer en la Constitución fue un logro de seis décadas más tarde y la igualdad sustantiva sigue siendo aún tema de lucha social y de ocupación institucional.
En el contexto del año internacional de la mujer en 1975, explicó, se dieron cambios muy importantes en materia familiar, civil, penal y laboral.
Finalmente, hizo énfasis en que el mejor homenaje que se puede rendir a las mujeres que hace 100 años iniciaron la lucha por la conquista de los derechos, es que los hombre y las mujeres de hoy asumamos su legado y trabajemos para que las condiciones de igualdad que ellas imaginaban y que veía posibles pero lejanas, sean finalmente una realidad.