*La violencia no es fenómeno nuevo
Quiero comenzar agradeciéndole a todos ustedes por estar aquí, con el propósito de que analicemos juntos los retos, los avances, las carencias, los aciertos, los errores, las cosas que juntos podemos y debemos hacer en materia de seguridad.
Su presencia, lo sé muy bien, es un reflejo del enorme compromiso que tienen ustedes con la seguridad de Baja California y con su futuro. Tengan la certeza de que todas sus ideas y propuestas serán analizadas y contribuirán, estoy seguro, a avanzar en el restablecimiento de la seguridad para las familias y las comunidades de este estado.
Desafortunadamente, la inseguridad y la violencia en algunas ciudades del estado, como puede ser el caso de Tijuana, no son fenómenos nuevos. Son problemas que, en muchos casos, se fueron gestando durante mucho tiempo y en su debido momento no se les enfrentó o no se les solucionó con la determinación requerida.
Es por eso, amigas y amigos, que decidimos actuar con determinación para, primero, frenar el fenómeno delictivo en su evolución, rápidamente creciente en el país y, segundo, para transformar a México en un país de instituciones y de leyes en el que no haya espacio ni para la criminalidad, ni para la impunidad.
La vigencia de la ley, y no la imposición del capricho de los criminales, es la única alternativa para garantizar la seguridad pública y para lograr la tranquilidad de los mexicanos.
En esta tarea, debo decir que, para nosotros, ha sido de suma importancia la disposición y la colaboración, en este caso, del Gobierno de Baja California, y de autoridades municipales. Su trabajo en esta lucha por la seguridad ha incluido, desde luego, también, la enorme contribución de la sociedad civil.