El Presidente Calderón encabezó un evento donde se anunció la firma del Decreto de la Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas, con la que México contará con una legislación más sólida en la materia.
Durante su mensaje, el Presidente aseguró que la corrupción ha sido un mal que obstruye el desarrollo del país al perjudicar la actividad económica, la competitividad, desalentar la inversión y propiciar la inequidad. Por lo que reconoció que durante su administración se ha emprendido un trabajo decidido para acabar con este mal, labor en la que se encuentra la iniciativa que hoy se promulgó.
“Se trata de un paso fundamental en nuestro camino para consolidar leyes que contribuyan a que México sea un país de leyes y que permiten abordar el problema de la corrupción con toda su complejidad”, dijo.
Sobre la ley, se enfatizó que para romper con el ciclo de la corrupción también se castigará a quienes desde la sociedad o la iniciativa privada incurran en estos actos. Se establecen las sanciones a las que serán acreedoras las personas físicas o morales que incurran en soborno, extorsión, colusión, simulación, tráfico de influencias y presentación de información falsa.
Otro de los aspectos que fueron mencionados, es el que señala las condiciones bajo las cuales se puede reducir la sanción a quienes colaboren para detectar actos de corrupción. El Presidente explicó que con esta medida se crean condiciones para que las empresas que han estado implicadas en actos de corrupción colaboren con las autoridades en la detección de formas de operación y funcionarios que estén traicionando a la ciudadanía. La ley será aplicable a las personas físicas y morales, tanto mexicanas como extranjeras, que realicen transacciones en el país y a personas físicas y morales mexicanas que incurran en algún ilícito en el extranjero.
Antes de finalizar su mensaje, el Presidente mencionó que México demanda no sólo un Gobierno que cumpla la ley y que actúe honestamente, sino también una sociedad que cumpla la ley y que actúe honestamente, “una sociedad activa y vigilante que ejerza presión sobre los gobernantes y que haga de la honestidad un valore central”.