*Democratizar el mercado
Uno de los retos de las sociedades modernas es por supuesto la democratización política, pero otros de los grandes retos es democratizar al mercado, de nada sirve la democracia política si no se logra democratizar al mercado.
Cuando se terminan los monopolios políticos, el siguiente paso también es el que está a desconstruir los monopolios económicos, para que las sociedades realmente puedan transitar hacia procesos de desarrollo y de progreso.
En el país hemos estado a un proceso de alternancia y de competencia política, pero nos falta mucho para entrar a un proceso de competencia económica, aún en nuestro país los monopolios, los oligopolios o los duopolios, tienen un peso importante en la sociedad y también en muchas de las formas de conducirnos sobre todo en materia económico.
Por eso el artículo 25, Constitucional plantea que en país deben asistir tres formas fundamentales en la economía, que son la pública, la privada y la social; hasta hoy todos hemos conocido muy bien cómo se legisla y cómo se hacen las leyes en materia de lo privado y en materia de lo público; pero hemos sido un tanto atrasados en la parte social, no hemos reglamentado la parte social de la economía, está en la Constitución, pero falta su reglamento.
Y, en el país hay 6 millones de mexicanos que se han organizado a través de la economía social mediante las figuras de sociedades cooperativas, de producción, de ahorro y de consumo.
Pero hemos tratado a estas cooperativas como si fueran sociedades anónimas, como si tuvieran las mismas condiciones y objetivos que el área pública y el área privada, y esto no es así.
El área social fundamentalmente se organiza para garantizar el empleo a través de la solidaridad entre sus miembros, y no se persigue la ganancia, sino lo que hay es excedentes que permiten a veces incrementar los recursos de la propia cooperativa para seguir creciendo.
Sin embargo a la hora de aplicarle los impuestos, el legislativo ha olvidado esto, y no hemos permitido que las sociedades cooperativas puedan avanzar y puedan ser una alternativa para la población.
Seguramente aquí hay un senador de Jalisco, y el senador de Jalisco nos podría platicar, por ejemplo, la experiencia de cooperativas de ahorro en Jalisco, donde 80 ó 100,000 personas se han organizado y han construido ellos, por sí mismos, la posibilidad de financiarse, y lo mismo sucede en Guanajuato, y lo mismo en algunos lugares de Michoacán.
En el Distrito Federal hemos conocido la experiencia de Refrescos “Pascual”, quienes empezaron desde abajo como trabajadores, y hoy dan empleo a más de 5,000 personas, y han construido en otros estados plantas generadoras de empleo, y no se enfrentan en el mercado a cualquier cosa, el mercado del refresco es muy competitivo.
Pero tenemos que ayudarlos, por eso hemos presentado ya una iniciativa en esta materia para reglamentar el Artículo 25, porque hoy urge democratizar al mercado, pero con inclusión social, para eso, obviamente es la Ley de Competencia que seguramente ayudará a macho a la reglamentación de este mercado.
Pero, hoy vengo a plantearles que ayudemos, sobre todo a las sociedades cooperativas de producción. Se les está aplicando el impuesto de tasa única, lo que impide que estas cooperativas de producción puedan crecer y desarrollarse; puedan dar más empleo a muchos trabajadores y socios; puedan realmente entrar en otra condición a la competencia en el mercado, porque ellos no buscan la ganancia, lo que buscan es preservar el empleo, fundamentalmente.
Y, estas cooperativas hoy, muchas han estado prácticamente al borde de la quiebra; muchas hoy están en una situación muy complicada, porque tienen que decidir entre pagar esos impuestos o conservar el empleo, y desafortunadamente se les incluyó como si fueran sociedades mercantiles.
Lo que estamos planteando con estas reformas, es que estas cooperativas no estén sujetas al pago de esta tasa, que, entre otras cosas, no va a dañar a la economía de este país prácticamente en nada, es un acto generoso que hay que hacer con ellas para que puedan seguir adelante, sobre todo en un momento en que se requiere tanto el empleo.
Muchas de estas sociedades cooperativas fueron originadas en la experiencia de Canadá, cuando religiosos católicos, desde allá, trajeron esa experiencia a nuestro país, y también en la experiencia que hace siglos socialistas humanitarios pudieron plantearse en este proceso.
Por eso, el día de hoy, yo les quisiera pedir a todos ustedes que hagan conciencia de una alternativa en la economía, que podamos democratizar al mercado con inclusión social, que esta es una tarea que tenemos como legisladores, y por el momento ayudemos a estas cooperativas a sobrevivir.