*Hay deficiencias, pero ojalá haya beneficios
Con la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos se pretende definir el destino de los ingresos que perciba el Estado derivados de la actividad de la industria.
Pero también otras disposiciones de dicho proyecto que pretenden ser benéficas para la población tienen deficiencias.
La Ley de Coordinación Fiscal excluye de la recaudación federal el impuesto sobre la renta derivado de los contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos y también el ISR procedente de las asignaciones.
Por otro lado, la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo establece la creación de un fondo que recibirá y distribuirá los ingresos, salvo los provenientes de los impuestos derivados de asignaciones y contratos relacionado a la extracción de hidrocarburos.
Asimismo, se establece que los recursos del Fondo estarán sujetos a la fiscalización de la Auditoría Superior de la Federación y serán manejados por un comité técnico que integrará miembros independientes con la finalidad de darle transparencia.
En este contexto esperemos que estas nuevas disposiciones fiscales sean en realidad el modelo que brinde beneficios a los mexicanos y que los estados petroleros se vean mayormente beneficiados pues paradójicamente son los más pobres.