*Se confirma la farsa sobre el basurero de Cocula
Desde septiembre de 2015 en la tribuna del Senado de la República sostuvimos que el gobierno mexicano mintió e incluso alteró las escenas del crimen, quedó material y técnicamente demostrado la imposibilidad de incinerar a los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa en el basurero de Cocula, tal y como lo ratificó una vez más el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Inventar versiones a partir de torturar a los detenidos ha sido una de las prácticas comunes y reproblables en el ejercicio de la justicia mexicana, la única evidencia con la que cuenta la PGR y con la cual construyeron la verdad histórica, son la declaraciones de tres supuestos testigos apodados “el pato”, “el chereje” y “el jonas”, las cuales son contrarias a la versión de “el cabo Gil” supuesto jefe de la plaza de los guerreros Unidos en Iguala, detenido casi un año después de los hechos.
El Estado mexicano no tiene interés en investigar y resolver seriamente la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, pues mintieron para obstaculizar la impartición de justicia haciéndose cómplices de la delincuencia organizada, lo que implicaría fincarles responsabilidades por acción u omisión, dolo o ignorancia.