*La reforma educativa no es sólo evaluación
El sector educativo requiere de una inversión y un apoyo fundamental, para poder generar condiciones adecuadas de un desarrollo para lo que representa la educación de calidad que hoy pretendemos en México.
Habrá que decirlo como lo hemos venido repitiendo, la reforma educativa no es sólo evaluación; la reforma educativa representa también el poder tener los anexos, los apoyos; la infraestructura material, tecnológica, científica correspondiente, los estímulos a los maestros, que podamos contar con verdaderos planteles en la escuela pública, que generen condiciones para que el trabajador, el maestro pueda instruir y educar con la calidad que estamos expresando en la reforma que hicimos, el artículo tercero constitucional.
No olvidemos que al artículo tercero le anexamos una palabrita que parece no tiene chiste y calidad. Aparte de ser laica, gratuita y obligatoria, le agregamos “y de calidad”, y eso representa que podamos destinar los presupuestos suficientes para alcanzar ese propósito, por eso veremos con agrado que ese recurso que se pueda ahorrar producto de la nómina o a través del control del “FONE”, o el control de la nómina magisterial, pueda ser destinado a las escuelas.
No olvidemos que también hablamos que no debe haber ninguna escuela pública de este país sin bebederos o con los sanitarios deteriorados, o con que no tenga los anexos correspondientes, como laboratorios, por qué no hablar inclusive de maestros de idiomas, maestro de artes, maestro de deportes; que las escuelas de tiempo completo -la meta son 40 mil y que hasta el momento la SEP nos dice que van 26 mil- no solamente sea escuelas donde el niño pueda estar guardado hasta las cuatro de la tarde, a reserva de que salga su mamá o su papá del trabajo, sino que ese espacio de tiempo que se alarga a las cuatro de la tarde -de las ocho de la mañana-, pueda contar con los anexos o los instrumentos suficientes de maestros especializados, que le puedan generar una verdadera formación integral.