*¿Afore, con qué se come eso?
Yo soy médico, soy gastrocirujano, nada que ver con estos temas de la seguridad social. No soy actuario ni experto, pero me he rodeado de gente conoce mucho el tema y además he estudiado, he estado acudiendo a diferentes países y he escuchado charlas de los que sí saben.
Además, estamos abiertos al conocimiento de lo que implica el sistema de pensiones. Pero sí les voy a decir algo, tengo toda la voluntad, todas las ganas, estamos poniendo todo el esfuerzo para hacer este análisis de los sistemas de pensiones mexicanos y poder llegar a buen puerto para que todos nuestro adultos mayores, la gente que tenga ese derecho a la pensión, pueda tener y, aspiramos a eso, a una vejez digna, a un retiro digno en su vida, que se refleje en todo ese esfuerzo de tantos años de trabajo y que se pudiera reflejar para poder estar tranquilo pasando sus últimos días.
Si bien antes se vivía cinco años más del retiro, ahora estamos hablando de 30 años y sabemos que el dinero no cae del cielo, viene de un gran esfuerzo y que tiene que ser solidario; pero no nada más en el reparto, sino en la voluntad del pensionado y aquí el problema es educación y cultura.
Siempre hablamos muy técnicamente pero el problema que yo también veo muy claro es la educación y la cultura.
Nos dimos a la tarea de estar, no tenemos unas encuestas así muy pomposas, bonitas, pero créanme que en todos los pueblos que visitamos caminamos a ras de suelo, yo pregunto a la gente: “Oiga, ¿y usted tiene pensión?, ¿Y por qué no se suma a un Afore y aporta?”; y responden: ¿”Qué es eso?, ¿con qué se come?”.
Desde que yo llegué al Senado, me he dado cuenta que la mayoría de los mexicanos no conocen ese derecho que tienen; y si no conocen, no puedes pelear por algo que no conoces.