*Medidas contra la pobreza alimentaria
Sólo el impulso a la producción social de alimentos puede contrarrestar las condiciones de pobreza y de hambre que vive nuestro país.
La situación de pobreza alimentaria que vive el país es un mal verdaderamente lacerante que no puede ser resuelto con asistencialismo, sino con el fomento de la agricultura familiar y la producción social.
Es de lamentar la situación de desesperanza que hemos percibido en los recorridos por diferentes entidades de la República, porque no se han logrado revertir las condiciones adversas que enfrentan los pequeños productores.
México es el único país del continente que no ha reducido sus niveles de pobreza.
De los 117 millones de habitantes del país, 60 millones están en la pobreza; de esos, 30 millones están en pobreza alimentaria y más de 22 millones se concentran en el área rural.
Aunado a esto, el país se ha convertido en importador de alimentos, pues un promedio de 30 mil millones de dólares compramos en alimentos al año.
Durante la actual Legislatura he exigido una revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos para que sea redefinido bajo una visión que garantice la soberanía alimentaria del país.
En México tenemos que tomar esa ruta, la seguridad nacional está en riesgo, lo hemos dicho siempre, quien te controla la panza, te controla todo.
Estoy convencido de que la situación de pobreza alimentaria se puede revertir, Recordemos la lucha que se hizo por conseguir el financiamiento a los pequeños productores y cómo el mismo secretario de Hacienda le informó sobre el crédito que se les daría a los más pobres.
Falta la difusión y, ahí los líderes campesinos que hicieron acto de presencia, creo que ya lo tenemos, ahora hay que lograr que se diversifique, hacer cumplir al Gobierno las promesas que hizo.
Considero necesario que se precisen las herramientas para combatir eficazmente la situación de importación de alimentos, y una de esos mecanismos puede ser la promoción de la agricultura familiar.
Creo que esa puede ser una ruta interesante y lo más importante si combinamos el financiamiento con todo lo que aquí hemos visto, creo que las posibilidades de ir reduciendo las importaciones de alimentos en nuestro país y que nosotros produzcamos nuestros propios alimentos creo que va a ser algo que puede darse.
México es un país rico en tierras fértiles y agua, y además cuenta con un clima extraordinario y todo eso debe ser aprovechado para sacar adelante al país y poder abatir el problema del hambre, lo cual nosotros seguiremos insistiendo que no es con el asistencialismo, sino es con la producción social de alimentos.