*Lacerante mal de hambre y pobreza
Las condiciones de pobreza y hambre que vive el país son un mal verdaderamente lacerante que no puede ser resuelto con asistencialismo, sino con el impulso de la producción social de alimentos.
Es de lamentarse la situación de desesperanza que percibimos durante los recorridos por diferentes entidades de la República, porque no se han logrado revertir las condiciones adversas que enfrentan los pequeños productores.
Durante la Conferencia Magistral “Alternativas postcosecha para la soberanía alimentaria en México”, impartida por Daniel Chalupowics, presentamos el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, donde México es el único país del continente que no ha reducido sus niveles de pobreza.
De los 117 millones de habitantes del país, 60 millones están en la pobreza; de esos, 30 millones están en pobreza alimentaria y más de 22 millones se concentran en el área rural.
Estoy convencido de que esta situación se puede revertir, porque recordemos la lucha que se hizo por conseguir el financiamiento a los pequeños productores y cómo el mismo secretario de Hacienda le informó sobre el crédito que se les daría a los más pobres.
Falta la difusión y ahí los líderes campesinos que hicieron acto de presencia, creo que ya lo tenemos, ahora hay que lograr que se diversifique, hacer cumplir al Gobierno las promesas que hizo.
México se ha convertido en importador de alimentos, pues un promedio de 30 mil millones de dólares compramos en alimentos al año.