*No sacrifiquen al pueblo
El gobierno federal debió haber presentado un plan de austeridad desde la propuesta del Presupuesto de Egresos para el 2015, en cambio aumentó su gasto corriente, principalmente para la oficina de presidencia y de comunicación social.
Además, los recursos para los partidos políticos en este año electoral aumentaron en 48% y serán las campañas más caras en la historia de México, a pesar de que se trata de elecciones intermedias, por lo que debemos poner un alto a este dispendio.
Lamentablemente todo el costo del mal manejo económico recae en los ciudadanos, pues son ellos los únicos afectados con una crisis galopante, ya que la clase política en todos los niveles siguen abusando sin ningún recato de los recursos públicos.
Es dinero que proviene de los ciudadanos, y como la clase política es insaciable, quiere todavía castigar a los ciudadanos con más impuestos o multas, por el déficit presupuestario que provocan los gobiernos.
El gobierno federal no ha tomado una sola medida para apretarse el cinturón y ser responsable con los recursos que recibe, ha ahorcado a los contribuyentes y todavía quiere cargarles multas.
El gobierno federal debe comprometerse a ser responsable con los recursos que manejan; los ciudadanos sólo están tratando de sobrevivir y sacar adelante a sus familias, no son culpables.
Hago un llamado para que el Ejecutivo instruya a su gabinete económico a no esperar un déficit tributario, sino diseñar e implementar ya un plan de acción para el recorte responsable del gasto público, centrándose en la alta burocracia y no en la inversión social y de infraestructura.