*Cultura emprendedora desde la educación básica

Desde hace algunos años, México ha demostrado ser un país de emprendedores, ya que, el crecimiento económico así como, el sector empresarial han crecido, se ha fortalecido y desarrollado, en acción conjunta sector privado y sector gobierno, ha logrado unir esfuerzos y llevado en impulso a la pequeña y mediana empresa a nivel nacional.

La Cultura Emprendedora, en el contexto escolar, promueve el aprendizaje colaborativo, al mismo tiempo que estimula actividades de creatividad y adaptabilidad, favoreciendo capacidades de decisión, negociación, autoconfianza y planificación; y además se constituye como fuente de equidad e igualdad para impulsar prácticas inclusivas.

Ante este panorama, presenté a el Pleno Senatorial iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se adiciona la fracción XVII a el artículo 7º de la Ley General de Educación, con el objetivo de impartir  y promover la cultura emprendedora a partir de la educación básica dentro de los planes de estudio del sistema educativo nacional; apoyando e impulsando el desarrollo humano y la competencia sana, entre las niñas y los niños.

En América Latina y el Caribe los esfuerzos para introducir la educación empresarial en los niveles básicos de educación aún son nacientes, con iniciativas piloto en países latinoamericanos como Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú y El Salvador, entre otros.

El espíritu emprendedor representa un vehículo de desarrollo en tanto que promueve valores de responsabilidad, iniciativa, dinamismo, perseverancia y tolerancia a la incertidumbre, tanto en el ámbito personal, social y productivo.

Por ello, permitir que los educandos desarrollen su máximo potencial, en habilidades como la creatividad, la capacidad de iniciativa y el sentido común, pueden ser útiles para todos, tanto en la actividad laboral como en la vida cotidiana.

Dicho desarrollo en las potencialidades de los alumnos también puede facilitar períodos de prácticas, en donde los estudiantes logren comprender los flujos de trabajo, los desafíos y demás etapas que genera un proyecto; es importante, para la mejora de los futuros empresarios, inculcar la “Cultura Emprendedora”, que permita poner a México en condiciones competitivas equiparables a las del resto del mundo.