*En tela de juicio las consultas electorales
Todo el paradigma de cómo operar y cómo entender las elecciones quedó en tela de juicio después del proceso electoral del 7 de junio.
Por ello cuestiono la funcionalidad de algunos elementos tradicionales en los procesos electorales, porque al final del día todo lo que sabíamos de cómo ver una elección está agotado.
Si bien las encuestas no están muertas, han dejado de ser útiles como instrumentos de medición, pues ninguna pudo prever los resultados finales, por lo que es necesario generar nuevos ponderadores para leer a la sociedad.
En ese sentido propongo que la cuestión fundamental en las encuestas no sea “¿qué opina o qué piensa de?”, sino “¿qué siente por?”.
Tenemos que generar ponderadores diferentes, porque la gente se cansó de las encuestas; la encuesta se convirtió en un modelo de publicidad.
Ninguna de las ofertas y propuestas de los candidatos en la última elección fue significativa; la gente votó por un sentimiento y no por una oferta y considero que esto puede ser peligroso porque la democracia estaría perdiendo sentido.