*Federalismo de muerte
En efecto estos días nuestra insistencia ha sido que este espacio que se convocó de manera irregular para supuestamente dialogar sobre el federalismo con los titulares de los poderes de la Unión, sirviese para encontrar diagnósticos y respuestas a la realidad del federalismo mexicano.
¿Cómo discutir sobre el federalismo desde la sede del Senado en la lejana Distrito Federal, cuando en Guerrero están muriendo mujeres y hombres por la falta de la coordinación y sobre todo de los esfuerzos conjuntos entre las autoridades políticas del estado y de la Federación?
¿Cómo hacer honores a la bandera en el ceremonial de recepción del Presidente de la República, cuando en Michoacán han sido desplazadas las autoridades políticas y no existe la posibilidad de que los ciudadanos puedan influir en su vida política y que son gobernados desde el Estado de México?
¿Cómo discutir sobre el federalismo en un evento de fanfarria cuando en Tamaulipas se recrudece la violencia y el gobierno del estado simplemente voltea para otro lado? ¿Cómo discutir sobre el federalismo cuando se intenta falsear las reformas políticas que justamente trataban e intentaban llevar la pluralidad política a los espacios locales?
Esa es la razón por la cual nosotros pedimos una discusión entre poderes, entre las expresiones que recrean la pluralidad en el Senado. Dejar un evento fastuoso, un evento de pompa y circunstancia, para pasar al diagnóstico de los problemas comunes y a construir las soluciones desde la pluralidad política, pero también desde el ejercicio de las responsabilidades que cada poder tiene asignada y esto se nos negó.