Club de amigos de jefes de prensa pasan del pasquín al portal
El club de “amigos de jefes de prensa” sigue abriendo portales en Internet para repartirse el multimillonario botín presupuestal destinado a publicidad.
Antes la Secretaría de Gobernación permitía la proliferación de pasquines escritos para favorecer a los “amigos del sistema” con millonarios contratos de publicidad.
Ahora, los portales de Internet están supliendo a esa estrategia que solo sirve para seguir fingiendo que los medios realmente cumplen el cometido social plasmado en la Constitución, pero brutalmente pervertido en la práctica.
Cuestión de reflexionar que un día aparece en la red un portal de “noticias” y 24 horas después ya tiene publicidad de la Cámara de Diputados, de Senado de la República, del PRI y de uno que otro despistado jefe de prensa de las dependencias del Gobierno federal.
Cuestión de revisar la aparición de portales “informativos” que sin más aportación noticiosa, ni novedoso sistema que les permita ganar lectores, ni mucho menos generar su propia producción de noticias, contratan un sitio en un servidor y a mamar de la ubre oficial publicitaria.
Es decir, solo con tener en el portal contenidos de más de lo mismo, sin hemeroteca que justifique praxis periodística, y con solo darse de alta en Hacienda como “empresa prestadora de servicios periodísticos por Internet”, los jefes de prensa del rancio sistema los habilitan para incrustarlos en la ubre presupuestal con jugosos contratos publicitarios.
Y es precisamente ese “club de amigos de jefes de prensa” que, en sus opiniones personales, critica son severidad y veneno puro a los funcionarios corruptos, a los políticos solapadores, a los legisladores vividores y a todo aquel empresario que, sin tener derecho a ello, se ve favorecido en licitaciones de los tres niveles de gobierno.
Es hora que la Presidencia de la República y el Congreso Federal pongan orden en este poderoso sector llamado “cuarto poder”, porque de esa forma también estarán ayudando a que el pueblo sea realmente informado a través de medios productivos y no simuladores que solo subsisten con el “pirateo” de notas de los periódicos que sí cumplen la misión de informar, orientar y motivar la reflexiones entre los lectores.