Si en este momento la ley que rige las relaciones laborales entre trabajadores y patrones permite a éstos una serie de perversas marrullerías para no pagar las obligadas prestaciones sociales, con la reforma que pretenden aprobar panistas y priístas, se dará la puntilla a una clase trabajadora de por sí condenada a la ignominia social.
Esto, de prosperar si se impone la mayoría parlamentaria que tienen PAN, PRI y PVEM en la Cámara de Diputados y Senado de la República, se llamará TRAICIÓN EN EL CONGRESO y con esa etiqueta pasarán a la historia los 628 integrantes de esta 61 Legislatura, aun cuando los perredistas, petistas y convergentes buscan detener esta criminal reforma laboral.
Tal perece que los priístas, panistas y ecologistas no han asimilado el escenario al que estarían condenando al sector obrero de México y tal parece que lo único que les importa, en este momento, es quedar bien con los empresarios que están aplaudiendo a rabiar este proyecto de marras.
Es mucho lo que pueden perder los trabajadores si se aprueba como está el documento y no sólo ellos, sino que además el Congreso federal de esta época estará permitiendo que las familias de la clase laboral sean arrastradas a la ignominia social, posición contra lo que tanto se ha luchado y que históricamente ha sido causa de sangrientos movimientos de clase.
Están a tiempo, señores diputados federales y senadores de la República y más vale que reflexionen el escenario.