La directora general del Canal del Congreso, Leticia Salas Torres, acaba de exteriorizar una gran verdad… Dijo que la televisión parlamentaria debería ser la mediadora entre los parlamentarios, los periodistas y la audiencia, porque “constituimos un modelo de servicio público que permite a la televisión ser independiente y autónoma de los gobiernos, pero administrada por el Estado en su calidad de garante de los derechos de la ciudadanía”…
Destacó que entre las funciones sociales que desarrolla la televisión parlamentaria destaca un acentuado carácter de educación cívica, pues “el carácter específico de la función social y de las televisoras legislativas las sitúa en un lugar estratégico y privilegiado en las relaciones de Estado y ciudadanía”… Todo está bien, perfecta la tesis, pero solo que a esta mujer se le olvida que saber comunicar para informar no solo es tener el vehículo, sino saber transmitir, motivar y despertar el interés por una audiencia ávida de saber lo que es, hace y representa su Congreso y no con programas aburridos y faltos de explicación fácil de entender, digerir y que resulte interesante para el buen entendimiento informativo… El periodismo es tan rico, que solo en la sencillez se puede transmitir y más cuando se trata de asuntos especializados… ¿O no cree usted, grilloso lector?...