Grave desorganización, pero sobre todo peligroso descuido, ocurrió este jueves en el Senado de la República, cuando muy quitada de la pena llegó a las instalaciones la presidenta municipal de Naucalpan, Azucena Olivares Villagómez, para disponer de la infraestructura y ofrecer conferencia de prensa…

 

El asunto no hubiera tenido mayor transcendencia, si hubiera estado acompañada de algún senador, pues el Congreso federal es la casa del pueblo donde trabajan los representantes populares, esos que llegan ahí por el voto ciudadano, pero también son ellos quienes tienen la obligación de cuidar el recinto… El reglamento señala que cuando una organización social solicite este tipo de apoyo, deberá estar avalado por algún senador de la República, pues imagínese usted, amable lector, que si deja abierto sin mayor control, pues se expone a todo tipo de riesgos… Y más en estos tiempos de violencia que vive el país… Pero tal parece que esto les importa un bledo al resguardo parlamentario y a los encargados a Comunicación Social, porque la alcaldesa de Naucalpan operó con toda libertad y sin ningún senador que la apoyara… ¿Queeeeeeeeeee tal?.....