Hace tres semanas en la Sesión de la Diputación Permanente de la ALDF, Jorge Palacios Arroyo, integrante del GPPAN y de la Comisión de Salud pidió en tribuna a la Procuraduría Ambiental y del Reordenamiento Territorial (PAOT) verificar si el horno crematorio del Panteón San Isidro, en Azcapotzalco reunía y cumplía, con la norma ambiental NOM-043-Semarnat 1993, pues los vecinos de la Colonia Petrolera pidieron a su bancada investigar al respecto pues cada vez que hay una cremación su colonia se infecta de partículas suspendidas y humo negro denso, que ha provocado alarma y problemas de salud.

Hasta el momento, el Procurador Ambiental, Miguel Cancino Aguilar, no ha respondido a la petición emanada de la Asamblea Legislativa, por lo que, la fracción parlamentaria retomó el tema y ahora exige que no sólo sea el panteón San Isidro, sino que la supervisión se amplíe a todos los cementerios de la Ciudad de México, por considerar que el descuido de esta situación podría provocar problemas mayores en la población.

El comunicado del GPPAN explica que la cremación representa para las familias una opción para conservar los restos de su pariente en una urna, ante la nueva legislación de desaparecer la perpetuidad por la saturación de espacios en los panteones.

Recuerda que la Ley de Salud de la Ciudad de México obliga a la PAOT vigilar y atender el buen funcionamiento, conservación y operación de los cementerios, crematorios y funerarias de la Ciudad de México, por lo que el control sanitario de los hornos en donde se preste ese servicio debe responder a la NOM-043, o de lo contrario confiscarlos o implementar medidas que impidan la emanación a la atmósfera de partículas suspendidas, en especial de cuerpos humanos, y la humareda que estos provoca.