Una renovación de microbuses por unidades más modernas y grandes de pasajeros quedaría incompleta si a ello no se suma una supervisión y capacitación más estricta de los operadores, pues a veces no tienen la experiencia suficiente quienes a diario tienen bajo su responsabilidad la vida de los capitalinos.
Al celebrar que el Gobierno del Distrito Federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de esta capital, esté diseñando esquemas de financiamiento para ofrecer un sistema de transporte público concesionado más eficiente, el diputado local Sánchez Camacho sostuvo que junto con ello debe hacerse cumplir la ley y el reglamento en la materia para que sus conductores no sólo tengan la suficiente capacitación, sino que tengan la calidad ética para operar en esta ciudad.
Mencionó que resulta del mayor interés el programa especial de financiamiento que se trabaja con Nacional Financiera, que fungirá como garante del crédito otorgado por Banamex y BBVA, para la construcción de 20 corredores viales, pero conjuntamente con ello el GDF debe ser garante de que las tarifas sean accesibles a toda la población.
De ninguna manera sería aceptable que esta modernización del transporte público concesionado impactara de manera negativa la economía de la mayoría de la población con tarifas excesivas, más cuando nos enteramos del raquítico aumento de 2.44 pesos diarios al mini ingreso de los trabajadores, aplicable a partir del primer día de 2012.
Consideró que si bien valdría la pena analizar la actual Ley de Transporte y Vialidad del DF, pues data del 2002, lo cierto es que ésta ya contempla un reglamento que desafortunadamente no se cumple, porque se está en el dilema de sacar de la circulación a miles de unidades en malas condiciones, lo que iría en detrimento del servicio a los ciudadanos para transportarse de un lugar a otro.
Por ello, el vocero del Grupo Parlamentario del PRD en la ALDF insistió en que resulta loable el esfuerzo de modernizar las unidades, pero esto quedará incompleto si se continúan con los vicios de siempre, donde la corrupción también ha sido factor para que unidades en mal estado sigan trabajando.
Puntualizó que debe revisarse si se cumple o no con el programa anual de capacitación que debe aprobar la Secretaría; también si se cumple con el compromiso de proporcionar capacitación continua y permanente a sus operadores y demás personas que tengan relación con el servicio proporcionado, en los términos de la ley.
Aseveró que según la ley vigente en la materia los operadores deberán cursar y acreditar por lo menos un curso de actualización al año, además de uno sobre primeros auxilios, lo cual deberá hacer constar ante la Secretaría.
Dijo que el concesionario está obligado a vigilar que los conductores de sus vehículos, cuenten con la licencia exigida por las disposiciones jurídicas y administrativas aplicables para operar unidades de transporte público y con los requisitos y documentos necesarios para desempeñar esta actividad.
En este sentido, declaró que basta subirse a un microbús para percatarse que muchos de estos requisitos no se cumplen, a tal grado que hay casos donde el conductor posiblemente no cumpla ni con la mayoría de edad; o van escuchando música a todo volumen, sin importar las molestias que ocasionan a los pasajeros.
Será importante que los corredores cuenten con paraderos establecidos para evitar en lo posible lo que podríamos denominar la lucha por el pasaje, que muchas veces ocasiona accidentes o atropellos, “donde uno se pregunta qué pasa con la capacitación y actualización sobre vialidades, el manejo, la autodefensa, el civismo y el respeto al peatón”, finalizó.