Guillermo Pimentel Balderas
Un peligroso problema de salud pública se ha convertido el contagio de piojos en las escuelas primarias del Distrito Federal, por lo cual urge que las autoridades educativas y los padres de familia unan esfuerzos para detectar casos de pediculosis y darle el seguimiento debido.
La alerta la dio Orlando Anaya González, diputado local del Grupo Parlamentario PAN, quien dijo que debido a la falta de atención, 60 por ciento de los padres de familia desconocen si sus hijos son portadores de piojos.
“Éste, se ha convertido en un problema de salud pública que necesita de esfuerzos preventivos fuertes y cada vez mayores, pues ocho de cada 10 contagios se dan en las escuelas, por lo tanto estas se convierten en el primer eslabón para frenar de la manera más adecuada y en coordinación con las autoridades sanitarias el aumento de casos”.
Anaya González, dijo que prioritario y urgente frenar en escuelas de nivel básico el contagio de piojos. Urgió a los padres de familia a atender las recomendaciones emitidas por la Secretaría de Salud del DF como el baño diario, la revisión manual y evitar el préstamo de objetos, además de no acudir a remedios caseros que en vez de ayudar pueden empeorar los casos.
Por otra parte, el asambleísta del GPPAN advirtió que ante la temporada vacacional que se avecina, el contagio de piojos puede aumentar de no implantarse las medidas de prevención, lo que empeoraría el número de casos al regreso a clases.
“El número de casos puede aumentar hasta en un 20 por ciento por los campamentos o cursos durante Semana Santa, además de algunas costumbres entre adolescentes como juntar las cabezas para tomarse selfies o compartir objetos y este foco de contagio podría verse reflejado con el regreso a clases, por lo que es importante que durante este receso no se relajen las medidas de prevención y por el contrario se fortalezcan”, agregó.
El integrante de la Comisión de Salud, destacó que uno de los factores que agrava el número de contagios en las escuelas es la pena que pueden sentir los familiares y los propios niños al tener piojos, por lo que prefieren no notificar a la escuela, ni acudir a los centros de salud, empeorando así la enfermedad y propiciando contagios.
“Uno de los principales problemas es que al sentir vergüenza por tener piojos, no se notifica a los maestros ni se acude a recibir atención especializada y las escuelas se convierten en un foco de contagios, pues un solo portador puede propagar gravemente el padecimiento. Es muy importante que los padres de familia estén atentos a los síntomas de hijos si los niños se rascan la nuca y detrás de las orejas y acudir a los Centros de Salud para recibir el tratamiento adecuado”, sostuvo.
El también integrante de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, solicitó a la Secretaría de Educación Pública del Distrito Federal, estar atenta y emprender las acciones necesarias para impedir la discriminación o bullying a los niños que sufran este padecimiento.
“Existe un problema que estigmatiza a los niños que padecen de pediculosis, cuando esta es la enfermedad más común en la infancia después de la gripe, pero que es muy importante que se resuelva con un tratamiento especializado. Las autoridades educativas deben estar atentas para impedir casos de burla, rechazo y discriminación que puedan dañar psicológicamente al menor. El contagio de piojos es grave y para frenarlo se necesitan detectar los casos, para que sin exclusión y de una forma adecuada se proceda a su tratamiento y se evite la propagación”, declaró.
Cabe mencionar que el costo aproximado para tratar este padecimiento oscila entre los tres mil pesos; en nuestro país existen más de siete millones de personas que padecen pediculosis.