Guillermo Pimentel Balderas

Los canales de Xochimilco han alcanzado niveles de catástrofe debido a las descargas de aguas contaminadas provenientes de unidades habitacionales, hospitales y el Reclusorio Sur, denunció en conferencia de prensa la diputada local del PRD, Angelina Hernández Solís.

Acompañada de académicos e investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana de Iztapalapa, la legisladora perredista subrayó que es urgente rescatar la zona patrimonial e inyectar los doce millones de euros por parte del Gobierno francés y organizaciones conservacionistas, mismos que se acordaron con la firma de la carta para la Cooperación Interinstitucional para la Conservación y protección de la Zona Patrimonio Mundial Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.

Afirmó la perredista que tan sólo del citado centro de readaptación social, se estima una descarga diaria al río San Lucas que rebasa el millón de litros de aguas negras, que se incorporan al caudal ya contaminado con escurrimientos provenientes de la delegación Tlalpan. 

“Si se considera sólo la descarga del reclusorio, nos damos una idea de la gravedad de la contaminación. La planta de tratamiento de ese reclusorio no funciona. Así, todas sus descargas son enviadas directamente al río”, acusó.

La asambleísta, dijo que dicha estimación es resultado de un recorrido reciente por la zona, aunque probablemente se subestima la descarga diaria, ya que se desconocen los horarios en que se bañan los reclusos o los tiempos cuando lavan su ropa, es decir, las llamadas horas pico.

“Son 30 millones de litros de contaminantes mensuales desde el reclusorio y, probablemente sean el doble o triple desde las zonas urbanizadas de la ribera. Eso es lo que nos hace temer una catástrofe ambiental cuyo impacto, en términos económicos es colosal y con evidentes repercusiones en la calidad de vida de la población que habita y es vecina de Xochimilco”, expuso.

En este sentido, resaltó que no sólo se advierte sobre el riesgo, sino que “hacemos un llamado a las autoridades del Gobierno del Distrito Federal para que nos permitan unir los esfuerzos de esta Asamblea Legislativa con instituciones científicas como la Universidad Autónoma Metropolitana, para que en coordinación con las oficinas gubernamentales pertinentes, formemos un grupo de trabajo que --a la brevedad-- active iniciativas evaluables en el corto plazo que corrijan la tendencia catastrófica que observamos”, subrayó.

En su oportunidad, los Doctores Oscar Monroy, Juan José Santibáñez, Eugenio Gómez, y el Ingeniero Antonio Bernal, investigadores de la UAM Iztapalapa, explicaron que junto con representantes políticos de las delegaciones Xochimilco y Tlalpan, además de diversas organizaciones de productores y ciudadanos, ya iniciaron trabajos exploratorios para diseñar y construir opciones inmediatas para sanear los canales.

No obstante, resaltaron que el tamaño del problema es enorme y coincidieron en el llamado urgente a las autoridades (y a todos los sectores involucrados en la gestión del medio ambiente, del desarrollo rural metropolitano y de las agencias de ciencia e innovación) para unir esfuerzos “para hacernos responsables de acciones de impacto directo y progresivo en el alivio de la contaminación de nuestra base de vida que es el agua de Xochimilco”, coincidieron en señalar.

Los académicos e investigadores insistieron de la UAM-Iztapalapa, insistieron en que la contaminación de las aguas de Xochimilco es un riesgo de catástrofe ambiental, económica y social.

Además, afirmaron que a la disminución del espejo del lago que hoy todavía sigue siendo admiración turística internacional y resguardo del patrimonio civilizatorio de Mesoamérica (agricultura de regadío como se ha denominado), se le ha convertido en un sitio de descargas de aguas negras con volúmenes verdaderamente alarmantes. “Eso no lo podemos permitir más”, exclamaron la legisladora y los profesionistas.