La oficial mayor de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, María de Lourdes Cedillo Rivas, no soportó las presiones del escándalo que produjo el derroche de recursos y este martes fue relevada del cargo.

La ex funcionaria del órgano legislativo argumentó en el documento que entregó a la Comisión de Gobierno, que prefiere retirarse para que se hagan las investigaciones respectivas, pero insistió en que “se trata de una campaña en mi contra y me considero agraviada”.

Menciona que es lamentable que se le haya señalado y calificado públicamente sin haber sido escuchada y exigió que se respeten sus garantías individuales.

Acusó a la diputada panista Lía Limón García de denostarla injustamente y aseguró que “soy víctima de intereses políticos que solo buscan el posicionamiento de un grupo que es minoría en la ALDF”.

Y en un intento más de defensa de su “honorabilidad”, la ex oficial mayor señaló que la compra de muebles se efectuó en cumplimiento del acuerdo de la Comisión de Gobierno asignado  a cuatro coordinadores de de los cinco grupos parlamentarios y pidió que se verifiquen las diferentes versiones estenográficas.

Cedillo de manera diplomática puntualizo: “no eludiré el escrutinio que se quiera hacer del ejercicio de mis atribuciones, por esa razón determino solicitar una licencia de 30 días hábiles en lo que desahogan la revisión de los expedientes”.

En un lenguaje coloquial quiso decir que sí enfrentará la revisión minuciosa de cada documento, pero “mientras se descubre yo me desaparezco”.