El diputado local perredista Alejandro Piña Medina busca erradicar el “mobbing” - ataque o atropello- o acoso psicológico o moral en el ambiente laboral.
Para ello presentó ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal una iniciativa con proyecto de decreto, a través de la cual se pretende combatir y erradicar este fenómeno, que sólo Suecia, Francia y Bélgica han legislado en este sentido.
Afirmó que el mobbing, o acoso moral o psicológico en el trabajo, no es una enfermedad, sino una serie de conductas inaceptables, en una sociedad respetuosa de los derechos humanos, la cual puede causar graves daños psicológicos, físicos o profesionales. Por ello, es urgente actuar cuando sólo es un problema, ya que, según teóricos del tema, como el profesor Leymann, todo acoso se puede neutralizar.
Explicó que actualmente en México este comportamiento sucede con regularidad, pero existe poco material al respecto para poder tipificarlo, por lo menos, como una conducta poco ética, por no decir ilegal.
“Esto se debe a que las condiciones e interpretaciones para determinar dicho actuar pueden ser muy variables; además, las condiciones económicas y falta de empleo limitan su denuncia, por temor a perder la fuente económica y de subsistencia, ante una reacción de los imputados”, subrayó.
El asambleísta especificó que la Organización Mundial de la Salud define este concepto – mobbing- como un hecho continuo de violencia o acoso laboral y que debe reunir ciertos criterios, como temporalidad, continuidad y que exista una víctima definida.
Agregó que de acuerdo con una encuesta realizada por la empresa OCC Mundial, entre las principales formas de mobbing se encuentran: los rumores o las calumnias, aislar o excluir a la persona, insultos o motes, ignorar o no dejar participar al afectado y amenazas.
“Ante este fenómeno, las empresas también sufren pérdidas, toda vez que constituye una de las causas principales de la baja productividad, ausentismo y rotación de personal”, apuntó.
Además, resaltó que estudios señalan que este fenómeno repercute en el trabajador en cuatro áreas: la psicológica, que se caracteriza por preocupación, angustia, depresión con crisis de pánico y puede llegar a producir un trastorno post-traumático; la biológica, que trae consigo pérdida de apetito y peso, mayor vulnerabilidad ante las enfermedades, dolores de cabeza y de espalda, insomnio, disminución de la libido.
La laboral, continuó, ocasiona disminución del rendimiento, ausentismo y bajas, incremento de los accidentes en el trabajo y deseos de dejar voluntariamente la empresa; la social, con repercusiones negativas en la vida de pareja, contacto irritable con hijos, menos reuniones con los amigos, entre otros.
Así, el diputado local propuso adiciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal, a fin de promover, entre otras cuestiones, la implementación de programas internos para prevenir y detectar el acoso o abuso laboral, en la administración pública del gobierno capitalino, así como en la iniciativa privada. Del mismo modo, se plantea fomentar la denuncia de este tipo de actos, por parte de los servidores públicos, en el ejercicio de sus funciones, que puedan constituir una responsabilidad administrativa en los términos de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y demás disposiciones aplicables, ante la Contraloría General.
También se busca organizar inspecciones de trabajo; procurar la productividad en el empleo, basada en la equidad, seguridad e higiene, capacitación y progreso de los factores productivos; realizar la firma de convenios en materia de competencias laborales y capacitación en el ámbito del Distrito Federal. Además de impulsar la investigación sobre la problemática laboral en la capital, con el objetivo de generar diagnósticos, análisis, estudios y alternativas en la materia.
En cuanto a la Ley de Protección y Fomento al Empleo, se proponen adiciones para definir al Acoso o abuso laboral como “aquellas acciones realizadas de manera cotidiana contra determinada persona de su mismo entorno laboral, bien sea por su superior jerárquico o de igual nivel, tales como persecuciones tendientes a provocarle aislamiento, pérdida de la autoestima, desmerecimiento, violación de la intimidad, falsa denuncia, afectación en sus tareas laborales, intromisión en la computadora, utilización de influencias e indiferencia a sus reclamos”.
De igual forma, se estipula que la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito Federal y las demás áreas competentes en el rubro, deberán formular estrategias públicas, programas y actividades de protección, promoción y fomento del empleo; así como de la disminución, erradicación y denuncia del acoso o abuso laboral.