Por Guillermo Pimentel Balderas

El Coordinador General del Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros en el Distrito Federal, Juan Carlos Hernández Valentín, alertó sobre el riesgo que enfrentan 30,785 hectáreas de tierra agrícola en la capital del país, por el crecimiento desordenado de la mancha urbana y donde más de 700 mil personas dedicadas al cultivo de alimentos, carecen de financiamiento y al seguro, lo que pone en peligro la producción de alimentos que consumen los capitalinos.

Al inaugurar el Primer Simposio “El Sector Rural en el Distrito Federal”, el también dirigente de la Coalición Nacional Campesina y Urbana (CNCU), aseguró que los ingresos de los productores apenas alcanzaron un incremento del 334%, cifra inferior al incremento en los costos de producción, que fue del 450%, durante la aplicación del TLCAN.

En su discurso oficial, Juan Carlos Hernández Valentín afirmó que las necesidades de los pequeños productores agrícolas en el Distrito Federal no son atendidas por la autoridad y la política social gubernamental no cubre a la totalidad de los 2.2 millones de personas que habitan el suelo de conservación que tiene una extensión de 87 mil 310 hectáreas en 7 Delegaciones con vocación rural.

Dijo que en las delegaciones Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos, La Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco, se ubican 49 pueblos autóctonos, que continúan con sus tradiciones, culturas, costumbres y sistemas normativos desarrollados históricamente.

El Coordinador General del CONORP-DF explicó que la producción de la zona rural del Distrito Federal se basa principalmente en los cultivos de maíz grano, maíz elote, amaranto, frijol, nopal verdura, avena y alfalfa forrajeras; la floricultura, la producción de hongos comestibles, la fruticultura y la horticultura con especies como la verdolaga, romerito, calabacita, cilantro, epazote, perejil,  acelga, espinaca, brócoli y hongos;  plantas aromáticas y medicinales, entre otras.

El 88.5% de la agricultura en el Distrito Federal se realiza bajo condiciones de temporal; el 81% de la superficie cultivable corresponde a cultivos cíclicos de ciclos vegetativos medios  y  cortos (30, 50, 75 días)  y el 19% son cultivos perennes y además el 98%  de productores no tienen acceso al crédito y al seguro y el 88% trabaja en forma individual en tierras de temporal, abundó el dirigente de la CNCU.

Juan Carlos Hernández Valentín afirmó que la ciudad de México es el mercado de consumo y distribución más grande de nuestro país. Para aprovechar estas ventajas comparativas que tenemos con el resto del país, es necesario que se incrementen y mejoren los canales de comercialización de los productos agropecuarios producidos en las zonas rurales del Distrito Federal.

En este sentido, señaló que el Gobierno del Distrito Federal insiste en traer de otra entidad los alimentos para cubrir la demanda de los capitalinos, sin considerar que los agricultores capitalinos pueden cubrir la necesidad alimentaria de los habitantes de la ciudad.

“Por lo que es fundamental abrir nuevos y mejores canales de comercialización (centrales de abasto, mercados, tianguis sobre ruedas, compras de gobierno y de abasto social, entre otros), lo cual permita disminuir el intermediarismo y la especulación  y ofrecer productos del campo a precios justos para productores y consumidores”, señaló.

Por lo anterior, Juan Carlos Hernández Valentín expresó que las políticas públicas del Gobierno del Distrito Federal y de los gobiernos delegacionales con vocación campesina deben orientarse en la conservación de su zona rural y primordialmente combatir las causas que originan la condición de pobreza y la supresión de las mujeres.

Otra prioridad, agregó, es rediseñar las políticas públicas para el desarrollo rural sustentable, orientadas a contribuir en la autosuficiencia alimentaria, al mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales y a la generación de empleos.