Diariamente se tiran alrededor de 4 mil 500 toneladas de residuos de la construcción en la Ciudad de México de acuerdo a datos de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) del DF, lo que ocasiona graves daños ambientales porque crean tiraderos donde además de cascajo se desechan todo tipo de residuos sólidos que generan focos de infección y con las lluvias este material tapa las tuberías y provoque inundaciones.
Ante esta problemática, la diputada Aleida Alavez Ruiz declaró que deben tomarse medidas urgentes para enfrentar las amenazas que se derivan del mal manejo de estos desechos, para lo cual se necesita desde la participación ciudadana para que no tire sus residuos al aire libre y en cualquier parte, así como acciones conjuntas de las autoridades delegacionales, del Gobierno de la Ciudad y de las autoridades federales.
Se trata de una acción conjunta de todas las instancias para encontrar medidas alternativas para que esta situación no se siga propagando en el Distrito Federal y en particular en la Delegación Iztapalapa, subrayó.
Al realizar un recorrido con el titular de la PAOT, Miguel Ángel Cancino, por diversos tiraderos en la Delegación Iztqapalapa, la legisladora indicó que ha documentado cuando menos 18 casos en esta demarcación, que ya denunció ante la dependencia para que se inicien las acciones correspondientes para evitar que dichos tiraderos proliferen en la capital.
Recordó que la Asamblea Legislativa aprobó sanciones más enérgicas contra quien tire de manera clandestina sus residuos de construcción o de cascajo en las calles, con penalidades que van de 1 a 5 años, y una multa de 500 a cinco mil salarios mínimos; la reincidencia iría de 3 a 9 años., por lo que la gente ya no puede actuar de manera omisa o irresponsable y desechar su basura en cualquier lugar, reiteró.
Mencionó que ya existen mecanismos para que el cascajo sea recibido como materia prima para reciclarse, siempre que no esté contaminado con otros residuos sólidos como tenis, aparatos electrónicos o artefactos que son desechados en los hogares.
Declaró que en Iztapalapa existe la empresa Concretos Reciclados que compra estos desechos de construcción, por lo que la gente debe acudir a estas instancias para evitar la proliferación de tiraderos clandestinitos, porque desgraciadamente “cualquier espacio público abierto se está convirtiendo en un tiradero al aire libre”, enfatizó.
Expuso que si bien este problema no es de ahora, fue a partir del cierre del Bordo Poniente y otros tiraderos de cascajo como Chimalhuacán y otras zonas conurbadas en el Estado de México que recibían este tipo de materiales, lo que agudizó este asunto.
El titular de la PAOT, Miguel Ángel Cancino, comentó que tan sólo en el 2011 van 103 denuncias sobre tiraderos clandestinos, por lo que se trata de un asunto relevante que le interesa a la ciudadanía y que debe atenderse.