La Comisión Permanente solicitóal gobierno de la Ciudad de México informe sobre las acciones que, en ejercicio de sus atribuciones, realiza para que autoridades facultadas en la aplicación del nuevo Reglamento de Tránsito para el Distrito Federal cuenten con la capacitación necesaria para ejercer sus facultades de forma objetiva y transparente, a fin de prevenir e inhibir actos de corrupción.

Asimismo, para que la Ciudad de México tenga una señalización vial en buen estado, acorde al nuevo Reglamento, y opere en materia de comunicación social para concientizar y promover entre los habitantes adoptar valores contenidos en el mismo.

El documento precisa que la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal capacitó en una primera etapa a tres mil 200 policías, por lo que la instrumentación del nuevo Reglamento debe ir acompañada de una campaña informativa que promueva su cumplimiento.

Argumenta que es preocupante la falta de una señalización vial adecuada y el deterioro de la misma, ya que de acuerdo a especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, en 20 cruceros donde se registran más accidentes viales en la Ciudad de México, la señalización está mal empleada.

Aunado a ello, las multas por violar el Reglamento tienen montos máximos y mínimos, y no se cuenta con criterios objetivos para la imposición de las mismas, situación que deja en estado de vulnerabilidad a la ciudadanía, al quedar a la discrecionalidad de los agentes de tránsito la imposición de las sanciones.

La senadora Martha Palafox Gutiérrez (PT) indicó que hay inquietud por este Reglamento en los estados que acceden a la Ciudad de México. “Nada más basta con que las placas sean externas para que seamos víctimas de la recepción que nos hace la policía del Distrito Federal, a quienes se les han dado uñas, dientes y dotado para que extorsionen; por ello, es preocupante la falta de una señalización vial adecuada”.

Martha Angélica Tagle Martínez, senadora sin partido, expuso que este nuevo Reglamento tiene un fin recaudatorio, porque a la empresa con la que se firmó el contrato, Autotrafic, le corresponde el 46 por ciento de los ingresos por las fotomultas, estableciendo una cuota específica que se tienen que imponer diariamente a quienes transitan por las calles de la Ciudad de México. “No se trata de un modelo para prevenir accidentes, sino para recaudar impuestos”.