La diputación local permanente demandó información al Gobierno del Distrito Federal sobre si ya se definió cuál será el lugar donde se ubicará el nuevo relleno sanitario, o si se tienen algunas propuestas, conocer cuáles son.
Promotora del punto de acuerdo que se aprobó en el pleno, la asambleísta Claudia Elena Águila Torres solicitó al Secretario de Obras y Servicios del Distrito Federal, Fernando Aboitiz Saro, que presente a la ALDF un informe pormenorizado de los trabajos previos y los que se llevarán a cabo para el cierre del bordo poniente.
En el punto de acuerdo se exhorta al funcionario a informar sobre si existe un programa de atención gubernamental para los mil 500 recolectores, llamados pepenadores, que hasta el día de hoy trabajan en el Bordo Poniente, si es afirmativo que comunique en qué consiste y sus alcances.
El documento presentado y firmado también por la diputada Valentina Batres Guadarrama en el pleno de la diputación permanente, emplaza a la Secretaría de Obras a que en cinco días hábiles se haga llegar la información a este órgano legislativo.
Luego de señalar que el cierre del Bordo Poniente está programado para el 31 de diciembre de 2011, en la exposición de motivos Águila Torres explica que la basura en la capital se ha convertido en un problema de grandes proporciones, debido principalmente al aumento de la población y a la innovación de los productos que actualmente se comercializan en bolsas y empaques con diversos materiales, que además son difíciles de degradar como es el caso del plástico y del unicel.
Expuso que en la Ciudad de México diariamente se generan alrededor de 12 mil 500 toneladas de residuos sólidos, y que en parte son seleccionadas en las plantas de transferencia, para posteriormente ser trasladadas al Bordo Poniente para su confinamiento final.
Mencionó que dicho tiradero inició operaciones en el año de 1981 y se encuentra en una zona federal dentro del Estado de México; Colinda con las Delegaciones Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, y los municipios de Texcoco y Nezahualcóyotl.
Cabe señalar que el Bordo Poniente es el único relleno sanitario con que cuenta la ciudad, y según especialistas en las últimas décadas fueron almacenadas 70 millones de toneladas de desperdicios, a un ritmo promedio de 4.5 millones de toneladas por año y 7 mil 300 tonelada por día.
Este relleno sanitario es un foco de contaminación que produce grandes cantidades de gas metano de efecto invernadero y la emisión de partículas de 2.5 micras a la atmósfera que causan malestar al ser humano, sus efectos son claros en los habitantes y el medio ambiente que circunda en la Zona Metropolitana del Valle de México, enfatizó.
Para resolver esta problemática -dijo- se llegó al acuerdo de cerrar el Bordo Poniente para el 31 de diciembre de 2011, decisión importante para la Ciudad, que implica un gran compromiso del Gobierno del Distrito Federal, ya que debe proponer otro sitio alterno para la disposición final de los residuos sólidos, el cual es necesario saber dónde se instalará.
La legisladora apuntó que en la ciudad se está llevando a cabo una campaña exitosa de difusión en el tema de la separación de la basura orgánica de la inorgánica para que las familias y los comercios aparten sus residuos con lo que se logró reducir 4 mil 600 toneladas de desechos.
Consideró que como un compromiso del Gobierno del Distrito Federal, es contar con una alternativa viable para sustituir el centro de acopio de basura Bordo Poniente, también lo es, definir cómo se va a prevenir y manejar los problemas de la contaminación ambiental en el nuevo relleno sanitario.
Además en el ánimo de resolver la problemática de la basura es necesaria la inclusión de todos los actores, desde los pepenadores, transportistas y empresas recicladoras para eficientar el manejo de los residuos sólidos, dijo.
Añadió que para el adecuado proceso de reciclamiento de los residuos sólidos, es de vital importancia la función que realizan las plantas de transferencia y en un futuro cercano los Centros Integrales de Reciclaje (CIRE) que se han proyectado, sin embargo no se conocen sus avances, pero podrían ser una solución en parte a la problemática que enfrentarán los 1,500 pepenadores al momento del cierre del Bordo Poniente.