Por Guillermo Pimentel Balderas
El diputado local del PRI, Fernando Mercado Guaida, presidente de la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), afirmó que la Plaza Garibaldi perdió su toque tradicional y de vocación turística, debido a que el Gobierno capitalino rompió sus usos y costumbres, así como destruyeron su atractivo.
Además, miembros de la Asociación Mexicana de Mariachis; uniones de trabajadores y vecinos, denunciaron el acoso de policías del lugar hacia los turistas, quienes por tan solo consumir un vaso de refresco en la plaza, son remitidos ante el ministerio público por supuesto consumo de bebidas alcohólicas.
El asambleísta priista dijo que buscaran, juntos, rescatar la vocación turística de la Plaza de Garibaldi, y “pediremos al Gobierno de la Ciudad, a la Secretaría de Turismo local y a la delegación Cuauhtémoc, un programa de trabajo incluyente y equitativo para la comunidad de la zona más emblemática de la música mexicana”, destacó.
En tanto, mariachis, uniones de trabajadores y vecinos, manifestaron su preocupación por la falta de interés del Gobierno capitalino, y denunciaron que con la remodelación de la plaza se inhabilitó el Parián, su kiosco; se reubicaron las estatuas de íconos de la música ranchera nacional, actos que atetan contra los usos y costumbres de Garibaldi.
Durante el encuentro que sostuvo con integrantes de la Asociación Mexicana de Mariachis de Garibaldi, Mercado Guaida anunció que presentará un punto de acuerdo para proponer la instalación de una mesa de trabajo, en la que músicos y comerciantes dialoguen con representantes de las secretarías de Turismo, Cultura y de Gobierno, con el objetivo de instrumentar acciones que permitan la participación de todos los sectores que integran la plaza.
De acurdo con el gremio de mariachis de Garibaldi, desde la remodelación que se ordenó en la Plaza Garibaldi, como parte de los festejos del Bicentenario de la Independencia, poco a poco se han perdido los símbolos que la caracterizaban, su arquitectura original, así como las fuentes de empleo de cientos de familias dedicas a la interpretación de la música vernácula y al comercio.