La pretensión de reelegirse por tercera ocasión del magistrado Edgar Elías Azar, como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), generó un profundo cisma y rebelión de un bloque opositor de magistrados quienes advirtieron que es la hora del cambio, pues no aceptan que no haya otro candidato –entre ellos- que pueda continuar al frente del Poder Judicial en la Ciudad de México.
Luego de una reunión privada que se realizó el pasado 21 de septiembre, el magistrado presidente, Elías Azar dejó abiertas sus pretensiones de reelegirse, dijo que hay muchas cosas por terminar y que, para sacar esos proyectos no hay nadie mejor que él; presumió tener las relaciones públicas y políticas para terminar esos proyectos, incluso, apuntó que en esta carrera: “Ya ni Dios me para”.
En el bloque opositor destacan magistrados de reconocida capacidad profesional, ética y moral, como José Guadalupe Carrera, Lázaro Tenorio Godínez, Petra Quezada Guzmán, Rosalba Guerrero Rodríguez, Eugenio Ramírez, Juan Luis González A. Carrancá, Eduardo Alfonso Guerrero Martínez y Maurilio Domínguez Cruz, entre otros y, aunque Elías Azar tiene 25 magistrados bajo su control, por favores que les ha hecho, en realidad hay cuando menos otros diez quienes bajo presión les brinda su apoyo.
En ese sentido, el Bloque Opositor de Magistrados señalaron que “con ambición porfirista, el magistrado Edgar Elías Azar pretende reelegirse por tercera ocasión como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, cuando en cien años de historia de esta institución de justicia nunca se ha visto dicha acción en manos de ningún magistrado, menos en alguien quien acostumbra dar línea y torcer la ley”.
Pese a las represalias, a las que suele recurrir el presidente magistrado Elías Azar y, a quien también le gusta cobrar favores, integrantes del Bloque Opositor denunciaron que el presidente del TSJDF, también quiere presidir el Consejo de la Judicatura, de ahí, que desde ahora los opositores buscan frenar la actitud dictatorial y reeleccionista para evitar que la justicia se alimente de favores y de incondicionales.
Su actuar por los pasillos oscuros de la justicia ya vienen desde mucho antes, hay antecedentes negros que retratan de cuerpo entero al doctor: actos de corrupción, venganzas, fraudes, amenazas, intimidaciones, conflicto de intereses, manipulación de la justicia, abuso de poder y toda una gama de ilícitos que al amparo del cargo, su castigo ha quedado en el camino, de acuerdo a las múltiples denuncias de litigantes afectados, de jueces y magistrados, entre otras víctimas.
Siendo secretario de Finanzas del estado de Guerrero, en el sexenio de José Francisco Ruiz Massieu, al doctor Elías Azar se le responsabilizó de elaborar o al menos permitir la emisión de facturas apócrifas con el propósito de defraudar a un empresario de esa entidad.
Lo acusan de traicionar al mismo Ruiz Massieu a cuyos familiares (viuda e hijas) los despojó de dos condominios residenciales, un jet y cuentas bancarias en dólares. Así, de ese tamaño las juega el presidente magistrado quien enfermo de poder quiere reelegirse en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, donde dice tener ya todo preparado para su tercer periodo.
Otras voces, como la del abogado Alberto Woolrich Ortiz, en entrevista difundida por el portal electrónico periodicoyunque.com, precisa que la reelección de Elías Azar sería un verdadero retroceso para justicia a pesar de las modificaciones legales del caso.
Recordó que el doctor impuso como Oficial Mayor del Tribunal a Carlos Vargas Martínez quien estaba inhabilitado por el Consejo de la Judicatura Federal por 10 años al haber participado en compras ficticias en perjuicio del Gobierno federal.
Elías Azar ha logrado amasar en muy poco tiempo una gran cantidad de inmuebles en zonas exclusivas de la Ciudad de México y del estado de México y en su natal Guerrero donde posee varios ranchos.
Pero hay otras muchas voces que sólo esperan el momento preciso para que se hagan escuchar y, todas ellas, coinciden en que al doctor Elías Azar le gusta torcer la ley en su favor, que es su estilo, son sus usos y costumbres.