El diputado Alejandro Sánchez Camacho llamó a conformar un frente común entre comunidades rurales, jefes delegacionales, asambleístas y Gobierno del Distrito Federal para frenar el proyecto carretero Arco Sur.
Al congratularse por el rechazo del Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, al proyecto federal, subrayó que es necesario unir fuerzas entre autoridades capitalinas, diputados locales y las comunidades rurales para hacer frente a cualquier imposición de la obra.
Lamentó la falta de respuesta de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para informar sobre el Arco Sur que amenaza con provocar un grave impacto ecológico a las delegaciones rurales de la ciudad.
Es urgente, dijo, conocer de parte de la dependencia federal cuál será el trazo que seguirá la obra y sobre todo saber si se conoce del impacto ambiental que habrá de sufrir la zona de reserva ecológica de la Sierra del Chichinautzin, toda vez que el lugar es de vital importancia debido a que aporta el 30 por ciento del agua que consume el Distrito Federal.
El vocero del Grupo Parlamentario del PRD en la ALDF advirtió que la construcción del Arco Sur sin la autorización de los núcleos ejidales y comunales de Milpa Alta constituiría una flagrante violación a todos los párrafos de la fracción VII del Artículo Segundo Constitucional.
Por tal motivo, las comunidades de Milpa Alta recurrirán a todos los medios institucionales del país e incluso a instancias internacionales de derechos humanos y de protección al medio ambiente para detener la obra del Arco Sur, reiteró el diputado Alejandro Sánchez Camacho.
“La construcción de esa obra representaría un ecocidio para la ciudad, es un atentado contra los recursos naturales del Distrito Federal y una agresión flagrante en contra de las comunidades rurales de la capital y en particular de Milpa Alta”, subrayó.
Declaró que de llevarse a cabo dicha obra impactaría de manera grave el entorno ecológico de las delegaciones Milpa Alta, Tlalpan, Xochimilco y Magdalena Contreras, particularmente a los bosques y tierras agrícolas; afectándose también la zona de reserva ecológica de la Sierra del Chichinautzin, lugar de vital importancia debido a que aporta el 30 por ciento del agua que consume el Distrito Federal.
Expresó que, entre otras cosas, se atentaría contra la fauna lugareña, donde hay especies endémicas, como es el caso del gorrión serrano, el conejo teporingo, por mencionar algunos, que pondrían en riesgo de extinción.
Advirtió que de no frenarse esta intentona de despojo a los pueblos originarios de sus tierras, bosques, aguas y montes, se estará profundizando un conflicto que a la postre habrá de sostenerse a través de la resistencia pacífica y la organización comunal.
Comentó que las comunidades de las delegaciones rurales tienen experiencia en organización y la resistencia civil, de tal manera que están dispuestos a defender su tierra con firmeza, convencidos de la identidad que tienen con los bosques. Incluso, agregó, habrá guardias en el bosque para impedir el inicio de cualquier obra.