Desde la barra de Santa Teresa, las mujeres mareñas de San Dionisio del Mar e integrantes de la red de organizaciones solidarias con los pueblos del Istmo de Tehuantepec, llegaron al Distrito Federal para demandar justicia y evitar la construcción de un parque eólico, que afectaría su sustento económico, alimenticio y a la fauna marina.
En una concentración desarrollada en el Hemiciclo a Juárez, las mujeres denunciaron que la empresa trasnacional española Preneal inició el proyecto eólico para instalar más de 130 aerogeneradores en la barra de Santa Teresa, lugar donde los 365 días del año el aire no cesa. Actualmente el proyecto es dirigido por Mareñas Renovables.
“Somos viento del Istmo, oliendo a mar, somos el golpear de los cayucos llevando comida a casa, yolo, lisa, róbalo, camarón, jaiba y pejesapo; sólo venimos a pedir respeto a nuestra madre tierra, a nuestro mar y a nuestras comunidades que nacen, crecen y dejan historia”, exclamaron una veintena de mujeres mareñas.
Ataviadas con sus trajes típico: Ikjots y wabe, hechos en tela de algodón, teñidos con colorantes naturales de la región y bordados a mano con hilos de seda, explicaron que su lucha ha generado la reacción de las autoridades locales, a tal grado de tener a 48 compañeros con orden de aprehensión.
Ante ello, Clara Brugada Molina, secretaria de Bienestar de MORENA, exhortó al gobernador del estado de Oaxaca, Babino Cué Monteagudo intervenir y demostrar que es un gobierno emanado de la transición democrática en ese estado y a enarbolar las causas sociales justas y democráticas.
“El gobernador ya había dado marcha atrás al proyecto, pero ahora no entendemos qué pasó, Mareña Renovables quiere avanzar, ya consiguió órdenes de aprensión y las barricadas del pueblo organizado ha impedido que inicien las obras; por ello, le pedimos a Gabino Cué que actué y se ponga de lado de los pueblos del Istmo de Tehuantepec”, demandó Clara Brugada.
Indicó que en breve enviará una carta al gobernador de Oaxaca para que reconsidere su postura respecto a esta lucha social, además de aclarar que no está en contra de la energía verde, pero cuando ésta afecta los derechos de las comunidades, al mar, a la tierra y al ecosistema, “claro que no apoyamos proyectos que hasta se podrían convertir en grandes negocios con los famosos bonos verdes, en detrimento de los pueblos del Istmo”.
Debería ser la Comisión Federal de Electricidad la impulsora de este tipo de proyectos y no empresas trasnacionales; los proyectos de energía limpia son necesarios e importantes siempre y cuando no vayan en contra del desarrollo y costumbres de un pueblo. Por ello, dijo, estamos seguros que la lucha de San Dionisio del Mar ganará porque le asiste la razón.
En su oportunidad, Saúl Celaya, dirigente de la Asamblea Popular del Pueblo de San Dionisio del Mar, afirmó que el proyecto afectaría a una población total de aproximadamente 30 mil habitantes de los pueblos pescadores de San Dionisio, Álvaro Obregón, San Mateo del Mar, San Francisco del Mar, Juchitán, Unión Hidalgo Oaxaca y de la zona norte del Istmo de Tehuantepec.
Detalló que algunos comuneros y autoridades municipales por cierta cantidad de dinero, avalaron un convenio en donde se estableció un pago de 100 pesos por hectárea de 1643 de la Barra de Santa Teresa que penetra 27.5 km mar adentro de la laguna superior en el golfo de Tehuantepec, sin ningún beneficio para los pueblos.
Informó que iniciaron su lucha de resistencia pacífica en noviembre de 2012 y el 26 de marzo del año en curso fueron desalojados y reprimidos de la asamblea juchiteca. A partir de esa fecha viven amenazados y perseguidos, por lo que llaman a las autoridades a cesar las hostilidades y atender sus demandas.