Burda maniobra de, procurador

Guillermo Pimentel B.

¿Qué hay de nuevo?, pregunto un reportero a otro al llegar retardado a la comparecencia del Secretario de Seguridad Pública capitalino en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. ¡Nada mi hermano! Al parecer, ¡todo está “planchado”! ¡No hay oposición! Al parecer les llegaron al precio, comentó.

Pero, insistió: ¿dónde está Morena? –Sus legisladores-, a lo que respondió el cuestionado: “Parece que tuvieron miedo, pues abandonaron la sala y ni siquiera dieron a conocer su posicionamiento.

PRI, PAN, PRD Y PVEM se dedicaron más a elogiar a Hiram Almeida Estrada, con cuestionamientos simples y blandos. Pero ante el asombro de los presentes –principalmente de los perredistas-, bajo un fuerte bullicio, todos voltearon a ver hacia la puerta principal del recinto. ¡Eran los de Morena que regresaban!

Cuchicheos por aquí; cuchicheos por allá, hasta que subió a tribuna la diputada Minerva Citlali Hernández, mientras el funcionario dirigía su mensaje final.

Cuando le tocó su turno, en la sesión de preguntas y respuestas, para aprovechar y cuestionar duramente al funcionario, le inquirió: ¿a cuántos más señor secretario, le sugirió un posicionamiento? ¿Cómo se atreve a pretender violar la soberanía de este recinto? ¿Parece que no hemos comprendido que después del siete de junio la ciudadanía decidió que hubiera un contrapeso en esta ciudad; parece que no hemos entendido que la división de poderes es un hecho y no una falacia?”, le dijo.

Acusódirectamente al secretario particular del funcionario de Seguridad Pública, Miguel Soria, de atreverse a entregarle un documento en el que le pedía que incluyera en su discurso de posicionamiento ciertos temas de la corporación.

De inmediato 13 diputadas y diputados de su partido se instalaron al pie de la tribuna legislativa para protestar, y con carteles en los que se leía: “Mancera no somos tus empleados, somos oposición”.

No se daba crédito al suceso, pero inició el show morenista y la legisladora Citlali arreciaba contra Almeida Estrada y le exigía una explicación.

Antes, aclaró que no estaban presentes como grupo parlamentario en el recinto, “no por una falta de respeto, ni por irresponsabilidad”, sino por un acto de protesta.

Explicó: “el martes –pasado- el secretario particular del licenciado Hiram Almeida, Migue Soria, se atrevió a sugerirme un posicionamiento que yo leyera, el día de hoy; eso nos parece una farsa”, se acusó.

Los ausentes – se dijo- se encontraban reunidos en una sede lejana al recinto con la intención de ponerse de acuerdo de cómo tratar este tema de importancia que finalmente fue revelado antes de la salida de Almeida, razón por la cual, todos sus integrantes abandonaron el salón de sesiones.

A nombre de toda su bancada, Citlali precisó que el posicionamiento de tres cuartillas instaba a que se le aplaudiera todo al funcionario, y dicha acción ocasionó que se ausentarán del pleno legislativo, retornando tan sólo unos minutos antes de que concluyera el espacio de preguntas y respuestas.

Ante este panorama, recalcó la legisladora que el Gobierno de Miguel Ángel Mancera no ha entendido que “la división de poderes es un hecho y no una falacia”.

Asimismo, cuestionó a los 47 diputados de las otras fracciones parlamentarias presentes, y les dijo que si no les ofende este agravio, de sugerirles “línea” en sus posicionamientos, entonces, que hacen aquí, insinuó.

Tras agregar que, Morena estaba bajo protesta en su comparecencia, “en una ciudad donde se violan los derechos humanos no sólo de los manifestantes, sino de las personas por su apariencia y su condición económica”,le recordó que esta es la segunda vez que sufre un agravio de parte de sus agentes.

“Le recuerdo que hace unas semanas sus policías me lanzaron una patada en el plantón que hicimos en Mixcoac para solicitar información sobre el deprimido, con ocho personas, frente a un operativo de más de 300 policías. Lo denunciamos sin recibir una disculpa pública y ahora este segundo agravio, me pregunto si renunciará, si nos explicará cómo se atreve a violar la representación que nos han conferido los ciudadanos”, recalcó.

Almeida sólo respondió al segundo cuestionamiento, de la diputada de Morena, y dejóen el limbo el agravio. Entonces, fue que los reporteros de la fuente entrevistaron al funcionario sobre este tema, al término de su comparecencia.

Yo no fui, yo no fui y yo no fui

Para empezar, rechazó que le hayan querido dar “línea” a Morena. “No le podemos dar “línea” a nadie, lo que si podemos hacer es venir aquí, yo de frente, a rendir cuentas a todos y cada uno y a responder cualquier pregunta que nos formulen; no hay “líneas” porque aquí lo importante es que yo estaba ahí para responder cualquier tipo de cuestionamiento”.

Con relación a su subordinado, se concretó solo a decir: “lo vamos a revisar pero además insisto como un ejercicio adicional, yo mismo platiqué con el líder de su bancada, como con muchos otros, es un ejercicio natural de encuentro y acercamiento…”, se quiso justificar.

Además, Almeida minimizó el hecho al afirmar que es “parte de lo cotidiano” e insistir en que “inclusive, comí con el diputado Cravioto que preside la bancada de Morena, como una parte del acercamiento del trabajo común, porque hoy hay que entender que tenemos que trabajar de otra forma, tenemos que generar beneficio para la ciudadanía”, argumentó.

¿Quién dio la orden?

Cuando los morenistas iniciaron la protesta con los carteles, con un mensaje a Mancera, el cuerpo de resguardo de la Asamblea, de inmediato entró en “operación” y tratóde impedir que se tomaran fotos. Nuca había sucedido algo parecido de querer coartar la libertad de expresión, inclusive ni con Manuel Granados, que se las pintaba bonito para esto.

No pasóa mayores, porque intervino –con gritos- César Cravioto, coordinador de la bancada de Morena, para exigir a los “guaruras” que los dejaran trabajar, a los reporteros gráficos.

Pero la pregunta que hacen los reporteros es ¿quién dio la orden? De igual manera se quiere saber por qué el nuevo personal de Comunicación Social, de la ALDF ha adopto una posición de prepotencia. No tienen el mínimo trato de amabilidad con los reporteros de la “fuente”. También, ¿a quién preguntar de éstas malas designaciones?