La presidenta de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Maricela Contreras Julián, dijo que el país se encuentra frente a un atraso en legislación de salud mental de más de 50 años tomando en cuenta los estándares internacionales, a pesar de que se han emprendido diversos programas para contrarrestar dicha problemática en la población.
Durante su ponencia en el Primer Congreso Internacional “Horizontes de la Salud Mental en la 2da Década del Siglo XXI” llevado a cabo en el Centro de Convenciones de la Cámara Nacional de Comercio, indicó que el riesgo de sufrir enfermedades mentales se incrementa en sectores sociales que viven en pobreza extrema, desempleo, personas con bajos niveles de instrucción, víctimas de violencia, migrantes, refugiados, pueblos indígenas, mujeres, hombres, niños y ancianos maltratados o abandonados, personas con discapacidad; es decir, afectan a la sociedad en su totalidad, pero principalmente a sectores con desventaja social.
Además, entre otros elementos se destaca la crisis económica, la inflación y una mala convivencia, además de la creciente ola de violencia e inseguridad que se viven en diversas regiones del mundo, incluido México, impactan de manera severa en la salud mental y bienestar psicosocial de las personas.
Informó que datos de la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, señalan que el número de suicidios ha aumentado a nivel nacional en 10 por ciento en tan sólo tres años, o bien, que la ansiedad y la depresión derivadas de la situación financiera, hicieron que aumentara la demanda de atención al sector salud del Distrito Federal por padecimientos psiquiátricos en un 35% durante 2008, 2009 y 2010.
La legisladora apuntó que desde la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se observó la necesidad de proporcionar un marco legal para abordar asuntos clave como la integración en la comunidad de personas con trastornos mentales, la prestación de una atención de calidad, la accesibilidad a dichos cuidados, la protección de los derechos civiles y la protección y promoción de derechos en otras áreas clave, como la vivienda, la educación y el empleo.
Destacó que el objetivo es avanzar en el tema de la prevención y atención de la salud mental como una política transversal de las autoridades del Gobierno del Distrito Federal, como un verdadero desafío para el desarrollo de la Ciudad.
Añadió que la promoción de la Ley de Salud Mental del Distrito Federal, que está en vigor desde el 24 de febrero de este año, viene a sumar esfuerzos en la definición de una política que acabe con los más de 50 años de rezago legislativo en la materia.
Contreras Julián explicó que dicha ley tiene como base incorporar la atención de salud mental en los programas de salud pública con enfoque preventivo y al primer nivel de atención, garantizar la disponibilidad de recursos suficientes para la atención, establecer una organización de los servicios de salud mental para contar con psiquiatras, enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales y ofrecer atención especializada.
De igual forma, desarrollar una política de salud mental desde una perspectiva de derechos humanos, donde se erradique la discriminación y violaciones a los derechos de las personas con algún trastorno.
La salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias, la esquizofrenia, y los trastornos del desarrollo en la infancia, algunos de los cuales se han agravado en los últimos tiempos, enfatizó.
Finalizó que para lograr que la población conserve la salud mental, además de la salud física, depende, en gran parte, de la realización exitosa de acciones de salud pública, para prevenir, tratar y rehabilitar.