Guillermo Pimentel B.
Definitivamente, no fue una fiesta legislativa. Todo iba bien dentro del recinto legislativo de Donceles y Allende, en la toma de protesta de los 16 delegados del Distrito Federal, hasta que diputadas de Morena, en el momento en que daba el posicionamiento de su partido, su compañera Beatriz Rojas, se levantaron para mostrar carteles con fotografías de los cuatro delegados “espurios” donde se leía: “Delincuente”. Y, entre el público, acarreados del PRD, insultaban a los manifestantes y lanzaban porras en favor de los perredistas.
Hubo momentos de tensión y desorden. Por un lado la legisladora de Morena seguía con la lectura de su documento, a pesar de que se desplegaba una cartulina por parte de los “simpatizantes” del PRD que se leía: “¡Cállate Chachalaca”! Era para Beatriz Rojas, la esposa del ex delegado en Gustavo A. Madero cuando sucedió la tragedia del News Divine; inclusive, le gritaron ¡Asesino!
Los diputados perredistas trataban de convencer a los morenistas a que desistieran de su manifestación y ocuparan sus lugares. Fue en vano. Hasta que bajó de tribuna su compañera, se retiraron.
Los acarreados -se dijo que los llevaron y se les permitió la entrada por conducto de Víctor Hugo Lobo, Dione Anguiano y Valentín Maldonado-, increparon a las morenistas, Ana María Rodríguez, Citlali Hernández y Olivia Gómez Garibay, que no desistían en seguir sosteniendo los cartelones con las caras de Dione Anguiano, Víctor Hugo Lobo y Valentín Maldonado, con la palabra: ¡Delincuente!
Hubo asambleístas que, desde sus curules, reían –para adentro- de lo que sucedía con el intercambio de acusaciones. En la porra, Alfredo Hernández Raygosa, pareja de Dione Anguiano, parecía que asusaba a una mujer para que gritara ¡”Asesina”!, ¡”Traidora”! a Beatriz Rojas.
La bancada perredista, con Leonel Luna, Raúl Flores –que por cierto se vio muy preocupado de saber que iba a decir Morena después de su posicionamiento- Mauricio Toledo y Víctor Hugo Romo, no querían dar crédito a lo que sucedía.
Parecía que intuían, pero no sabían concretamente que pasaría. Por ello, se dijo, fue que llevaron a sus “porras”, tanto dentro como afuera de la Asamblea para poder contrarrestar o acallar las posibles “agresiones verbales” de las huestes de Andrés Manuel López Obrador.
Los de Morena, a la cabeza César Cravioto, seguían con su “show” y esperaban una respuesta violenta por parte del PRD. Pero no sucedió nada. Las porras perredistas dejaron de gritar. En tanto, los diputados de los demás partidos, al parecer, no le daban importancia al suceso.
Pero, los funcionarios del Gobierno del DF, con su enlace en la Asamblea, Manuel Granados sonreían nerviosamente.
No podía faltar la estrategia de abandonar el recinto en pleno posicionamiento del opositor. Primero lo hicieron los morenistas Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum, Avelino Méndez, Rigoberto Salgado y Pablo Moctezuma, cuando Raúl Flores, del PRD, recordaba los buenos tiempos de su partido y aseguraba que este partido seguirá gobernando la capital.
Luego, cuando toco el turno de hablar a la morenista Beatriz Rojas –regresaron sus compañeros-, los delegados de la Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo, y la de Iztapalapa, Dione Anguiano, hicieron lo propio y abandonaron el recinto.
Fue más una guerra de carteles que de ideas. La toma de protesta de los Jefes Delegacionales electos se agendó a partir de las 11:00 horas, pero los acarreados llegaron desde las 8:00 de la mañana para ocupar los mejores lugares.
Y, los reporteros de la “fuente” de la ALDF, unos sufrieron para entrar, con gafete en mano, y otros de plano no lo lograron, debido a que las encargadas de esta labor, se los negaron por no estár “acreditados” como reporteros de la fuente, y tras asegurarles: “ya se nos terminaron”.