El asambleísta Leonel Luna Estrada se pronunció por del rescate de la expresión artística y cultural en espacios públicos al aire libre de músicos, teatreros, mimos, titiriteros, pintores, dibujantes, danzantes, estatuas vivientes y grupos culturales, entre otros.

Acompañado por integrantes de la Coordinadora Cultural de Artistas a Cielo Abierto de Coyoacán, reconocida por la UNESCO y con más de 30 años en el ámbito artístico, el legislador local defendió permanencia de este tipo de manifestación cultural que desde hace más de cinco décadas ofrecen entretenimiento a la población a cambio de aportaciones voluntarias.

Al tiempo de exhortar a la Secretaría de Cultura y a los 16 Jefes Delegacionales a generar espacios de expresión artística accesibles a la población en general, Luna Estrada  destacó que este tipo de manifestaciones ha prevalecido durante siglos  en el mundo y en nuestro país.

En conferencia de prensa, sostuvo que este movimiento de arte popular y de gran tradición en México, debe ser considerado de gran valor cultural, como lo es para otras naciones del mundo.  

“Consideramos que los artistas de las plazas y calles han surgido del pueblo y van a él mostrando lo que el pueblo fue, es y puede llegar a ser. No hay que olvidar que es un arte al servicio de la sociedad que proclama la parte esencial de nuestra identidad y la creación de una conciencia armónica de todos los mexicanos”, manifestó.

A nombre de más de 70  mimos, payasos, teatreros y artistas en general, Pedro Miranda, presidente de la Coordinadora Cultural de Artistas a Cielo Abierto de Coyoacán, pidió a las autoridades de la Delegación Coyoacán se les permita regresar al Jardín Hidalgo, lugar en el que desde hace 26 años realizaban diferentes actividades en pro de la cultura y el entretenimiento.

Recordó que como parte de la remodelación del Centro Histórico, hace tres años fueron reubicados al patio de la delegación Coyoacán. Sin embargo, con esta decisión,  “nos hemos  visto en la necesidad de ocupar banquetas o espacios que resultan insuficientes para que la ciudadanía disfrute de nuestras expresiones”.

Manifestó que los artistas de calle son personas profesionales, con convicciones ideológicas y no improvisadas. “Tenemos tradición, reconocimiento nacional e internacional y no se ponen a pensar que el arte en la calle es un género artístico y representa una necesidad social”.

Detalló que este movimiento urbano popular ha sido parte fundamental en el proceso de democratización para esta ciudad a través de una amplia gama de expresiones como teatro callejero, música, danza, artes plásticas, por mencionar algunas.

Al coincidir con el diputado local Pedro Miranda, acreedor junto con su hermano Moisés Miranda, de la Medalla “Mi vida en el teatro” por parte del Instituto de Teatro Internacional de la UNESCO, expuso que las plazas públicas deben ser convertidas en espacios culturales libres y protegidos, lo que evitará que el arte y la cultura sigan deambulando sin represiones.

“Debe existir una ley particular  que regule, proteja y promueva a los artistas populares y sus artes para que juntos gobierno, pueblo y artistas hagan que el espíritu mexicano siga siendo grande, fuerte y lleno de colores”, expresó.

Advirtió sobre el riesgo que corre esta expresión cultural si las autoridades impiden que estos actores se presenten en plazas públicas masivas, como lo hacían hace tres años en el Jardín Hidalgo.

Aclaró que la lucha de los integrantes de la Coordinadora Cultural no obedece a intereses económicos, pues el recurso que perciben radica en aportaciones voluntarias mínimas. Por el contrario, lo que se busca, dijo, es que la ciudadanía disfrute y conozca el arte que genera en las calles.

“Urge posibilitar alternativas que desemboquen en opciones reales de trabajo, desarrollo educativo y cultural a través de apoyo pedagógico, educación formal, educación informal, aspectos culturales etc. El aceptar que existen problemas en los espectáculos públicos al aire libre y admitir que se pueden resolver conjuntamente demostrará madurez y equilibrio con nuestros valores culturales, el no hacerlo demostrará una inmadurez que raya en el agravio”, finalizó.