Es imperativo establecer un nuevo modelo para el manejo del agua en nuestro país, especialmente en el Distrito Federal, debido a la sobreexplotación de los mantos y la importación de agua, que representan un manejo del recursos poco sustentable, de gran consumo energético, de brutal impacto ambiental y que traen consigo importantes afectaciones sociales.
Así lo resumió el senador Jorge Legorreta Ordorica, quien aseguró que voces al interior de la Comisión Nacional del Agua, aseguran que han encontrado físicamente más del doble de pozos que títulos emitidos a causa de la corrupción y el clandestinaje.
“El Valle de México, tiene los mantos acuíferos más sobreexplotados del mundo, de ellos se extrae 67 por ciento del agua que abastece a la capital del país. De acuerdo con un reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tan sólo la ciudad de Texcoco registra un nivel de sobreexplotación de más del 850 por ciento”, sostuvo.
Dijo que desde 1925 se alertó que la sobreexplotación de los mantos acuíferos estaba provocando el hundimiento de la Ciudad de México, sin embargo, la advertencia se ignoró y hoy se registran inclinamientos de hasta 40 centímetros en zonas como Xochimilco y el Centro Histórico, lo que está afectando instalaciones importantes como el Metro, tuberías de agua potable y drenaje y redes eléctricas.
En este sentido, exigió que se establezca un modelo de manejo del agua distinto en nuestro país y especialmente en la capital, para evitar que se siga hundiendo y se continúen deteriorando las estructuras más importantes, porque la sobreexplotación de los mantos ha afectado notoriamente a las construcciones emblemáticas del Centro Histórico, como la Basílica de Guadalupe, la Catedral Metropolitana y el Palacio de las Bellas Artes, entre otros.
El senador del Partido Verde indicó que a través de un Punto de Acuerdo, exigió a la Comisión Nacional del Agua y al Sistema de Aguas de la Ciudad de México, informen sobre el consumo energético total asociado con el traslado del agua a todo el país y la extracción del acuífero que suministra el agua a la Ciudad de México, así como el derivado de su manejo, drenaje y tratamiento, para establecer los mecanismos que detengan la sobreexplotación del recurso.