Por Guillermo Pimentel Balderas

Son más de 300 personas con discapacidad visual las que sufren las malas condiciones de las calles para ingresar a su Centro de Rehabilitación en la colonia Santa María La Ribera, por negligencia del delegado en  la Cuauhtémoc, Agustín Torres Pérez.

Lo anterior se desprende de las declaraciones de Ruth García Rosas, del Comité Internacional Pro Ciegos, quien señaló que este centro  de rehabilitación tiene  52 años de dar servicio  y cuenta con más de 300 usuarios que todos los días tienen problemas para ingresar y hasta el día de hoy no han tenido respuesta favorable por parte de las autoridades delegacionales.

En conferencia de prensa, David Razú Aznar, diputado perredista, comentó que para las personas con debilidad visual esta situación se ha convertido en un riesgo que atenta contra su integridad física, ya que se han derivado accidentes por las malas condiciones en las aceras de las inmediaciones del Comité Pro Ciegos I.A.P., que se ubica en la calle de Mariano Azuela, número 218, Colonia Santa María la Ribera, Delegación Cuauhtémoc.

Por lo cual, urgió que se realice una revisión integral de la situación que se encuentran las  vialidades secundarias que dan acceso al Comité Internacional Pro Ciegos I.A.P., con la finalidad de evitar más que accidentes.

Razú Aznar, exhortó al Jefe Delegacional de Cuauhtémoc, Agustín Torres Pérez para que realice las obras de mejoramiento urbano y semaforización sonora en su demarcación, a fin de mejorar la accesibilidad de las personas ciegas y débiles visuales que viven y transitan en las inmediaciones del Comité Internacional Pro Ciegos en la Colonia Santa María la Ribera.

Cabe señalar que estas personas especiales tienen que sufrir también por vendedores ambulantes, así como autos, camionetas y hasta microbuses que se encuentran en la acera de acceso a una gasolinera que se ubica en la calle Alzate  (Eje 1 Norte) e Insurgentes Centro, bloqueando el paso, sin que agentes de tránsito u autoridad alguna de la demarcación proceda.

Es más, hasta vehículos oficiales de la Cuauhtémoc y del Gobierno de la Ciudad de México, son estacionados en este lugar e impiden el libre paso a cualquier ciudadano que tenga que transitar por ese lugar.