Al manifestarse a favor de la descentralización educativa en el DF, la diputada Claudia Elena Águila Torres expresó que para conseguir este propósito es de suma importancia concretar la Reforma Política del Distrito Federal, toda vez que la Ciudad de México y sus habitantes no pueden seguir siendo considerados como ciudadanos de segunda, por lo que se requiere dotar de atribuciones plenas al Gobierno del Distrito Federal.
Consideró que es prioritario que el DF tenga mayores facultades, tal como lo tiene cualquier estado de la República, como el hecho de que su órgano legislativo sea reconocido en el régimen de distribución de competencias previstas por el artículo 124 constitucional, se establezcan las modalidades y características de sus gobiernos locales, y para que el Gobierno local sea responsable de su endeudamiento público y encargarse de mejorar su sistema educativo.
Declaró que el pueblo de la ciudad de México debe ejercer auténtica y plenamente su soberanía, esto es, devolver a la ciudad la fuerza y plenitud de sus instituciones, el vigor de sus derechos políticos a favor de sus habitantes; el fortalecimiento de su autonomía político-administrativa y jurídico política con respecto a la federación; con una Constitución propia que consolide la autonomía democrática como corresponde a los estados libres y soberanos.
Reconoció que a casi trece años de tener gobiernos democráticos en el Distrito Federal, han existido avances significativos; sin embargo, falta redoblar esfuerzos para lograr concretar la Reforma Política. “Si el DF no es reconocido como el estado 32, con todas sus atribuciones, derechos y responsabilidades, estará incompleto este proceso democrático, social y educativo en la ciudad”, recalcó.
La legisladora expresó que durante décadas en México, las escuelas formadoras de profesores, no han sido capaces de ofrecer a quienes se forman como docentes, la posibilidad de que puedan pensar y hacerlo críticamente, pues sólo capacitan para aplicar técnicas de la enseñanza.
Actualmente, dijo, la formación de los profesores está dominada por un sistema de tipo gerencial y administrativo, en el cual se busca el control, más que la preparación para pensar y para propiciar que los alumnos, puedan hacerlo.
Expuso que ante estas circunstancias y, sobre todo, si se quiere transformar a los profesores, se debe proponer un sistema mediante el cual, sea posible formarlos pedagógicamente para que ellos estén en posibilidades de interpretar críticamente la realidad que les circunda y, desde luego, su función educativa.
Sostuvo que para formar profesores críticos, una de las múltiples tareas que tienen que realizarse, es la de sustentar los planes de estudio de las escuelas normales en la Teorías sociales más críticas.
La legisladora señalo que los profesores deben constituir uno de los elementos más importantes del Sistema Educativo Mexicano, pues tienen la función de llevar la educación a los niños y a los jóvenes, de ahí que sea de interés general el conocer cómo se están formando.
Mencionó que en el sistema educativo mexicano de los setentas a los noventas, los planes de estudio de las escuelas normales fueron los que más cambios sufrieron y sin embargo no ha habido grandes avances educativos.
“No podemos olvidar que la élite política de nuestro país que gobernó durante 70 años y la actual que lleva en el poder 10, sólo se ha servido del maestro para fines electorales y de control político de la población, con el aval de los líderes del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE”, indicó.
Explicó que las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales de México han cambiado y seguirán cambiando, y lo mismo sucede con la imagen y la práctica profesional del profesor: el modelo apóstolario ha cambiado al modelo eficientista, conjuntamente con la función social que desempeña, pues ahora ya no se requiere del profesor que solamente enseñe a leer, escribir y contar, sino de uno que pueda contribuir a la formación de sujetos que piensen.
Desgraciadamente, insistió, los gobiernos panistas no toman en serio la educación, pues no es un asunto prioritario para ellos, por eso la necesidad de permitir al DF hacerse cargo de la educación, pues los gobiernos perredistas locales no sólo están preocupados, sino ocupados otorgando más becas para los jóvenes.
Águila Torres lamentó que el actual modelo de profesor es el de reproducir el actual sistema socioeconómico y el de solucionador de problemas; los valores que sustentan este modelo son los de competitividad y desempeño.
En estas circunstancias, agregó, el profesor es el encargado de formar a un nuevo hombre productivo, educado, socializado y eficaz, capaz de desenvolverse en una sociedad clasista, consumista y armónica en la que todos adoptan los mismos valores y se someten a las normas que elaboran los grupos dominantes para regular las relaciones sociales.
La llamada calidad de la educación se fundamenta en las teorías empresariales de la calidad, es decir, para el grupo en el poder, las teorías del capital humano son las únicas que pueden explicar la calidad de la educación, finalizó.